ESTRUCTURA
A pesar de los intentos por explorar
las complejidades de la estructura de la organización, la descripción no
muestra los matices y complejidades encontrados en las empresas lucrativas; por
tanto, el procedimiento presentado a continuación debe utilizarse sabiendo que
producirá una aproximación inicial, la cual hará surgir preguntas y argumentos
sobre las necesidades estructurales de la empresa, y que requerirá un análisis
más detallado.
La lógica del proceso es:
.1. Diagnosticar las respuestas
actual, deseada, imperativa y preferid (a los problemas).
.2. Determinar si la empresa
necesitará una estructura única o múltiple (divisional); si la contribución de
los rendimientos futuros se distribuye entre diferentes tipos de respuesta y si
cada tipo tiene un elevado grado de prioridad preferida, debe tenerse en cuenta
el uso de una estructura múltiple (divisional).
.3. Comparar las prioridades
preferidas con los comportamientos para determinar la forma o formas
preferidas.
.4. Diagnosticar la forma actual y,
comparando las formas preferida y actual, determinar los cambios que deben
efectuarse en la forma.
.5. Determinar el perfil o perfiles
del papel directivo preferido.
.6. Diagnosticar el perfil del papel
actual, comparándolo con el perfil preferido para determinar los cambios en
dicho perfil.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 373.
ESTRUCTURA
Los críticos se contentan con
subrayar que pocos o ninguno de los objetos complejos que hay en el mundo son,
simplemente, la suma de sus partes.
Tienen una estructura, una unidad
orgánica, que los distingue como auténticos conjuntos de los meros agregados.
Pero el analista, según se dice,
está obligado por su metafísica atomística a considerar un objeto consistente
en las partes ἀ+ἐ+ῼ+ø y da, por lo tanto, una descripción enteramente falsa de su
naturaleza.
Ayer, Alfred J., Lenguaje, verdad y
lógica (1946), Colección Historia del Pensamiento, Volumen 44, Hyspamérica
Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1984, Pág. 65.
ESTRUCTURA
La elevada complejidad, común en
muchas empresas, originó la estructura múltiple en la cual diferentes
configuraciones estructurales satisfacen a grupos distintivos de áreas
estratégicas de negocios; así, una importante multinacional sueca posee tres
estructuras secundarias: una multinacional, una divisional y un conglomerado.
La elección adecuada en respuesta a
un nuevo reto estratégico no es “la estructura o el sistema”, ya que todos los
componentes de la capacidad son vitales y la estructura es sólo uno de los
aspectos que contribuyen a la respuesta de la organización; por tanto, para
determinar la contribución de la estructura, primero es necesario comprender
las dimensiones de la respuesta requerida por una empresa y precisar
posteriormente sus implicaciones para la estructura.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 345.
ESTRUCTURAS Historia de las
.1. La experiencia inicial en la
creación de estructuras de organización utilizables produjo tres grupos
funcionales del trabajo:
.i. producción,
.ii. marketing, originalmente
denominado ventas e,
.iii. Investigación y Desarrollo
(IyD).
Esto sigue la secuencia lógica del trabajo (creación > manufactura
> ventas de productos) y cuyas capacidades son diferentes entre sí; cómo
podemos observar actualmente, estas funciones se convirtieron en las unidades
integradoras básicas de las formas iniciales.
.2. El siguiente desarrollo ocurrió
cuando la respuesta de innovación se volvió importante y cuando se descubrió
que los límites entre las funciones impedían las interacciones laterales que
son esenciales para un cambio y una innovación rápidos y efectivos.
Como respuesta, se inventó el
concepto de proyecto (en muchos aspectos idéntico al del Modelo de Adhocracia);
en el que a diferencia de las tres funciones, las cuales son permanentes; los
proyectos son temporales y se construyen alrededor de acciones específicas de
innovación (razón por la cual siempre son los que pueden resolver los problemas
creativos).
Las unidades integradoras
funcionales recibieron el nombre de funciones de línea, porque contribuyen
directamente al rendimiento de la empresa.
Al aumentar el tamaño de las
empresas, el trabajo de las funciones de línea, que consiste en proporcionar
aportes comunes de entrada, se dividió en las funciones de apoyo del Staff como
“personal”, “compras” y “contabilidad”.
En el aspecto de la gerencia, la
división inicial era entre los directores funcionales, encargados de asegurar
el rendimiento de sus funciones respectivas, y los directores generales, cuya
misión es garantizar el rendimiento general de la organización.
Con la diversificación y el
crecimiento de las empresas, fue necesario compartir las responsabilidades de
la dirección general entre varios directores y esto se logró por medio del
concepto de centro de rendimiento, en el que un director tiene:
.a. toda la responsabilidad de los
beneficios y las pérdidas,
.b. el control completo de los
recursos a su disposición y
.c. la autoridad para planear y
.d. dirigir el centro de rendimiento
de tal forma que optimice los objetivos que tiene asignados.
El concepto de centro de rendimiento
se basó en el Principio de unidad entre autoridad y responsabilidad, que
declara que la autoridad de un director debe coincidir con su responsabilidad.
En Estados Unidos, se ha observado que la aplicación de éste principio
produce un rendimiento elevado.
El centro de rendimiento se creó
durante la primera mitad del siglo XX cuando la respuesta innovadora no era
importante y, como consecuencia, la responsabilidad característica de este
centro eran las ganancias a corto plazo.
Cuando el desarrollo del potencial
de las ganancias futuras llegó a ser tan importante como la obtención de beneficios
a corto plazo, el concepto de rendimiento se volvió poco preciso; en algunas
empresas, la responsabilidad de la respuesta innovadora
incidió en otras partes de la dirección y en algunas permaneció en el
OLVIDO, precisamente porque la responsabilidad del centro de rendimiento siguió
limitada al rendimiento a corto plazo, igual que anteriormente.
(Aparece entonces, el modelo de
“unidad estratégica de negocios”).
Una la “unidad estratégica de
negocios” (UEN) la misma puede describirse como un centro de rendimiento
estratégico responsable tanto de las ganancias a corto plazo como del
desarrollo del potencial futuro.
Además de compartir las
responsabilidades de la dirección general, los directores del centro de
rendimiento poseían otras dos dimensiones de responsabilidad
.a. en la dimensión de la respuesta,
algunos directores tenía que asegurar el crecimiento rentable a corto plazo; y
otros de garantizar el potencial de rendimiento a largo plazo.
.b. la responsabilidad por la
ejecución de los pasos principales del proceso de planeamiento estratégico:
planeamiento (toma de decisiones), implantación y control.
(…) En empresas con recursos
limitados, el primero de estos desarrollos fue la transición de las Compras (y
la oficina de Compras), que pasa de ser una función de Staff a ser una función de Línea;
esto significó que de ser un satisfactor de necesidades de Staff de las demandas de las
funciones de línea, la función de Compras se convirtió en una auxiliar de línea
en la determinación de cuál debe ser la demanda de recursos.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 355, 356 y 357.
EXPERIENCIA
En realidad, veremos que la única
prueba a que se halla sometida una forma de procedimiento científico que
satisfaga la necesaria condición de la auto-consistencia es la prueba de su
éxito en la práctica.
Estamos autorizados a tener fe en
nuestro procedimiento, mientras realice la función a que está destinado; esto
es, mientras nos permita predecir la experiencia futura, y controlar así lo que
nos rodea.
Naturalmente, el hecho de que una
cierta forma de procedimiento haya tenido siempre éxito en la práctica no
constituye ninguna lógica garantía de que continuará teniéndolo.
Pero entonces es un error pedir una
garantía donde es lógicamente imposible obtenerla.
Esto no quiere decir que sea irracional
esperar que la experiencia futura esté de acuerdo con la pasada.
Porque, cuando lleguemos a definir
la “racionalidad”, encontraremos que, para nosotros, “ser racional” implica ser
guiado de un modo especial por la pasada experiencia.
Ayer, Alfred J., Lenguaje, verdad y
lógica (1946), Colección Historia del Pensamiento, Volumen 44, Hyspamérica
Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1984, Pág. 57.
EXPERIMENTOS
El profesor Plateau prosiguió sus investigaciones sobre los principios
de la visión, llegando a experimentar personalmente los efectos que producía la contemplación
prolongada de la más poderosa fuente de luz que podía concebir: el Sol.
Como resultado de estos experimentos
quedó afectado de ceguera permanente y una gran parte de su obra la llevó a
cabo después de haber perdido la vista.
La ironía de que un hombre de
ciencia ciego haya establecido los principios visuales del cinematógrafo sólo
encuentra paralelo en la tragedia de Beethoven, quien compuso algunas de las
obras sinfónicas más valiosas que se conocen después de volverse sordo, y en la
invención del fonógrafo hecha por Edison cuando no podía oír.
De Fleur, Melvin; Teorías de la
Comunicación Masiva, Editorial Paidós SAICF, Buenos Aires, 1981, pág. 55.
EXTRAPOLACIÓN
Cuando se espera que el ambiente
futuro de la empresa sea una extrapolación lógica del pasado, los enfoques no
recíprocos, basados en la división tradicional de trabajo de los directores de staff y de línea, son efectivos y
minimizan la exigencia de tiempo de la alta dirección.
Cuando se espera que el futuro sea
discontinuo, el enfoque recíproco, en el que participan tanto los gerentes de
línea como los de staff en la formulación de la estrategia, puede producir
mejores estrategias y un compromiso con las mismas.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 162.
FARSANTES
(…) Toda proposición, cualquiera que
sea el método por el que la hayamos alcanzado, tiene que estar sometida a la
prueba de la experiencia real.
No negamos a priori que (un
farsante) sea capaz de descubrir verdades mediante sus propios métodos
especiales. Esperamos saber cuáles son
las proposiciones que incorporan esos descubrimientos para ver si son verificadas
o refutadas por nuestras observaciones empíricas.
Pero el farsante, lejos de producir
proposiciones que sean verificadas empíricamente, es incapaz de producir, en
absoluto, ninguna clase de proposiciones inteligibles.
Y por eso nosotros decimos que su
intuición no le ha revelado ningún hecho.
Es inútil su manifestación de que ha
aprendido unos hechos, pero que es incapaz de expresarlos.
Porque nosotros sabemos que es si
el, realmente, hubiera adquirido alguna información, sería capaz de expresarla.
De un modo o de otro sería capaz de
indicar cómo podría determinarse empíricamente la autenticidad de su
descubrimiento.
El hecho de que no pueda revelar (la
fuente de) lo que sabe, o incluso que ni él proyecte una prueba empírica para
confirmar su conocimiento, demuestra que su estado de intuición no es un estado
auténticamente cognoscitivo.
Ayer, Alfred J., Lenguaje, verdad y
lógica (1946), Colección Historia del Pensamiento, Volumen 44, Hyspamérica
Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1984, Pág. 146.
FELICIDAD
Felicidad es la posesión de estos seis
atributos:
Salud
Trabajo
Descanso
Familia
Amigos
Un
sistema de creencias o fe
Sadler, William S., Theory and practice of psychiatry, The
C.V. Mosby Company, St. Luis, 1936., Pág. 125.
FILOSOFÍA
Sócrates: Oímos unas palabras que nos
encomendaron transmitir, un mensaje, a Solón
y a cualquier otro que, ocupado en la oratoria política, haya escrito obras
denominándolas leyes:
Si
alguno de ellos compuso sus obras sabiendo cómo es la verdad, puede rescatarlas
sometiéndose a prueba sobre lo que ha escrito, y con sus palabras es capaz de
dejar empequeñecidos los productos de su pluma, no debe recibir en tal caso su
nombre del género de sus escritos, sino de aquellas otras cosas en las que puso
más elevado empeño.
Fedro: ¿Qué nombres le atribuyes
entonces?
Sócrates: -El llamarle sabio, Fedro, me parece algo excesivo y que tan
sólo a la divinidad corresponde.
En
cambio, el llamarlo amante de la sabiduría (filo-sofo) o algo semejante le
estaría más en consonancia y mejor acomodado.
Platón, El Banquete, Fedón y Fedro,
con traducción de Luis Gil, Colección Historia del Pensamiento, Volumen N° 3,
Hyspamérica Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, Pág. 372.
FILOSOFÍA
[129] La Filosofía, para ayudar al
género humano, debe elevar y gobernar al hombre caído y debido, no violentar su
naturaleza ni abandonarlo a su corrupción.
[131] La Filosofía considera al
hombre tal como debe ser, y así no puede agradar más que a aquellos pocos que
querrían vivir en la República de Platón,
y no revolcarse en la escoria de Rómulo.
Vico, Giambattista; Ciencia Nueva,
Tomo I, volumen N° 97, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985,
Pág. 104.
FORMACIÓN - EDUCACIÓN
El sistema de formación (“educación”
en la República Federal de Alemania)
es considerado desde hace varios años como una prioridad nacional, la formación
se apoya en tres principios esenciales:
.1. Se otorga al mayor número
posible. Así en Alemania el 20% de los trabajadores activos declara NO tener ningún
diploma, ante el 41.7% en Francia.
Por lo tanto, privilegia el aprendizaje que es notablemente más
desarrollado en la RFA que en Francia.
En Alemania abarca el 50% de
los jóvenes, que a los dieciséis años salen del sistema de escolarización
obligatoria, ante el 14% en Francia y
Gran Bretaña.
En consecuencia, menos del 7% de los jóvenes de dieciséis años se
encuentran desocupados u ocupan un empleo sin formación complementaria,
mientras que esta proporción es del 19% en Francia
y del 44% en Gran Bretaña.
Por último, los grados profesionales al BEP (Diploma de Estudios
Profesionales o al CAP (Certificado de Aptitud Profesional) franceses también
se recompensan. Abarcan el 53% de los
trabajadores activos en Alemania ante
el 25% en Francia.
.2. En general, el sistema de
formación alemán es claramente más igualitario que el de Estados Unidos, e incluso que el de Francia.
Si bien las elites norteamericanas o francesas están a veces mejor
formadas que las elites alemanas, los niveles intermedios lo están mucho
menos. Los sindicatos alemanes son los
primeros en reconocerlo.
Así, el principal de ellos (el DGB), constata que, sobre una muestra de
100 personas, la 15 mejor cualificadas lo están más en Francia que en Alemania,
pero que las demás están mucho mejor formadas en la RFA.
Sin duda, es por lo tano en la formación de niveles los niveles
intermedios donde Alemania construye
el pedestal de su dinamismo industrial y de su competitividad.
En los países anglosajones, como en Francia,
la formación profesional sólo funciona como un deporte de élite. En los países renanos, es un deporte de
masas.
.3. Esta formación profesional es
ampliamente financia por las empresas y
por subvenciones federales.
En cuanto a su contenido, marca el acento en la adquisición de
comportamientos: precisión, puntualidad, fiabilidad.
En Alemania, el aprendizaje es
una verdadera vía de promoción, y representa el camino más normal del éxito
profesional.
Nueve aprendices de cada diez salen diplomadas de su aprendizaje, y un
15% continúan su formación.
Además, la profesionalidad tiene sin duda un mayor reconocimiento que en
Francia. En general, no se llega a ostentar un cargo
directivo hasta después de los cuarenta años, en función del rendimiento
personal y no de los diplomas.
Hay también vínculos muy estrechos entre las empresas y las
universidades; casi todos los grandes dirigentes practican la enseñanza.
Albert, Michel; Capitalismo contra
capitalismo, Editorial Paidós SAICF, Buenos Aires, 1992, Pág. 108, 109, 110.
FORMACIÓN y EDUCACIÓN
La formación profesional en el marco
de la fidelidad a la empresa es ya uno de los principales campos de batalla
entre los dos modelos de capitalismo.
Aquí las empresas están
comprometidas, todos los asalariados están interesados.
La cuestión se resume así:
.a. Según el modelo anglosajón, para
obtener la máxima competitividad de una empresa hay que forzar la
competitividad individual de cada uno de los empleados.
Por
lo tanto, es necesario, siempre y si excepciones, reclutar a los mejores y,
evitar, para perderlos, pagarles en un todo momento su valor según el mercado.
El
salario es entonces esencialmente individual y precario, como el empleo mismo.
.b. En la concepción renano-nipona,
por el contrario, se considera que esta cuestión no es la esencial.
La
empresa no tiene derecho a tratar a sus empleados como a un simple factor de
producción que compra y vende en el mercado como si fuera una materia prima.
Tiene,
al contrario, un cierto deber de seguridad, de fidelidad, de formación
profesional, que cuesta caro.
En
consecuencia, más que pagar, a cada uno su valor instantáneo según el mercado,
la empresa debe ocuparse de la formación, limitar las excesivas diferencias
salariales, evitar las rivalidades destructivas.
Albert, Michel; Capitalismo contra
capitalismo, Editorial Paidós SAICF, Buenos Aires, 1992, Pág. 110.
FORMALIZACIÓN
El estilo de vida de la empresa ha
recibido la fuerte influencia de los militares en las primeras épocas de la East India Company, cuando el capitán
desembarcaba con sus infantes y terminaba dirigiendo los negocios.
Las organizaciones militares tienden
a ser las sociedades más ordenadas y piramidales del mundo.
La jerarquía y los procedimientos
están detallados para casi todos los tipos de situaciones humanas que se pueda
concebir.
No es una coincidencia que a los
directivos empresarios les agrade particularmente el ser conocidos como “Capitanes de la Industria”.
Packard, Vance, Los Trepadores de la
Pirámide, Editorial Sudamericana SA, Buenos Aires, (1962)1971, Pág 221.
FRONTERA SISTÉMICA
Los sistemas tienen fronteras, lo
que permite estudiarlos separadamente de los demás.
Por ejemplo, podemos considerar como
el sistema a analizar a la familia, padre, madre, hijos.
Pero podemos ampliar el foto, “aumentar
el borde”, y así tener en cuenta a la familia ampliada incluyendo una
generación más.
En una empresa podemos reducir el
foto y considerar como sistema a analizar a una de sus divisiones.
El concepto de “frontera” permite a
su vez comparar los diferentes subsistemas entre sí, mientras que el concepto
de “sistema abierto” permite analizar la relación del sistema con el entorno y
la vinculación entre los diferentes subsistemas.
Levy, Alberto; La Rutina y la
Ruptura, Editorial Tesis, Buenos Aires, 1990, Pág. 66.
FUNCIONES
El perfil de capacidad se compone
por las capacidades funcionales de marketing, producción, I&D, finanzas,
etc., así como por las habilidades de la dirección general como la dirección
del crecimiento, la diversificación y la adquisición.
La creación de la capacidad
funcional ocurrió al inicio de la historia de la empresa lucrativa, cuando se
des cubrió que una empresa funcionaba mejor y con más eficiencia cuando el
trabajo de la misma se dividía entre unidades de organización especializadas
denominadas funciones, cada una de las cuales posee una capacidad distintiva.
Cuando los gerentes de Du Pont realizaron dichas subdivisiones
a principios de siglo (XX),
denominaron a este proceso “agrupación de cosas similares”.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 275.
GANANCIA
El culto de las ganancias a
cualquier precio ofrece la ventaja de la simplicidad brutal y de la claridad,
ventaja tanto más poderosa en cuanto que brilla como el único nuevo faro
estable en medio de esta especie de niebla de incertidumbre y de la confusión
donde la pérdida de valores morales tradicionales ha sumergido a nuestra época.
La legitimación del éxito personal,
la mitificación del “vencedor” halagan al individualismo reinante.
La prioridad del corto plazo, la
actitud de “después de mí, el diluvio”, el recurso sin complejos al crédito y
al endeudamiento, corresponden bastante bien al hedonismo instantáneo:
evidentemente no es en los períodos de desencanto moral o filosófico cuando
todos están más pendientes del presente que del futuro, cuando puede ser
fácilmente demostrada la necesidad del ahorro o la importancia del largo plazo.
En cuanto a la ley de la selva, ¿no
es la que perdura, a fin de cuentas, cuando todas las otras “leyes” y toda
forma de reglamentación colectiva se encuentran bajo sospecha?
Como un retorno al “pedestal de las
realidades” tras la quiebra de las ideología.
En los años ochenta, el éxito del
culto a las ganancias se mide por la multiplicación de sus santuarios.
Nunca se construyeron tantas
business schools, cuyos libros sagrados comentan una misma Biblia, simbolizada
por El precio de la excelencia (1983).
La excelencia, ¿para hacer qué? ¡Ganancias! ¿Y ganancias para hacer qué?
Sobre todo, no plantee esta
pregunta, porque sería inmediatamente expulsado del santuario por haber puesto
en duda el primer artículo del nuevo credo: la finalidad de la ganancia es la
ganancia.
Sobre éste punto no se
transige. El imperativo categórico es
el de separar la cuestión “filosófica” de la finalidad, atrincherarse en el
estudio “técnico” de los medios para lograrlo.
Albert, Michel; Capitalismo contra
capitalismo, Editorial Paidós SAICF, Buenos Aires, 1992, Pág. 182.
GANAR y PERDER
En ese libro comenzaba con una
investigación fingidamente seria acerca de la antigüedad de los dados, citaba a
algunos autores inexistentes y describía varias formas de agitar el cubilete.
Pero el tema principal era, por
supuesto, el ganar y perder, y el título de la obra era Cómo ganar a los dados.
Augusto (primer emperador romano) había
escrito en una carta que cuanto más trababa de perder más parecía ganar, e
incluso cuando se trampeaba a sí mismo en los cálculos muy pocas veces se
levantaba de la mesa más pobre de lo que se había sentado a ella.
Cité también la afirmación
contraria, atribuida por Polio a mi
abuelo Antonio, en el sentido de que
cuanto más trataba de ganar en el juego de dados, más parecía perder.
Uniendo las dos afirmaciones, deducía
que la ley fundamental del juego de dados era la de que los dioses, si no
tenían algún encono con él por otro motivo, siempre dejaban que ganase el
hombre al que menos le importaba ganar.
Por consiguiente, la única forma de
ganar a los dados era cultivar un auténtico deseo de perder.
Graves, Robert, Yo Claudio, Alianza
Editorial, Madrid, 1978, pág. 231.
GENTE DE ABAJO, La
La importancia de la gente corriente
aumenta debido a que están en el punto de intersección entre una organización y
sus clientes.
De esa manera, una organización no
puede responder verdaderamente a las necesidades de aquellos a quienes tiene
que servir, a menos que la gente de primera línea goce de autonomía y apoyo.
Esta es la verdadera razón de que el
estilo jerárquico de liderazgo de “arriba abajo” se perciba en general como
destinado al fracaso, incluso por aquellos que no están seguros de por qué esto
tiene que ser así.
Los líderes de estilo jerárquico, al
negar el poder a la gente de abajo, les priva de la posibilidad de utilizar la
pericia y la información que se les ha
cedido para responder de manera directa y con rapidez a los intereses de los
clientes.
Helgensen, Sally; en El Líder del
Futuro (1996), compilado por F. Hesselbein; M. Goldsmith y R. Beckhard,
Ediciones Deusto SA., Buenos Aires, 2005, Pág. 51.
GERENCIA MEDIA, Problemas de salud
Las enfermedades que afectan a los
ejecutivos presentan algunas características comunes interesantes.
Una clínica de Chicago para ejecutivos, después de realizar lo que la American Medical Association calificó
como “uno de los estudios más exhaustivos que se conozcan sobre la salud de los
directivos”, comprobó que los hombres y mujeres que ocupan cargos de alto nivel
sufren menos enfermedades deficitarias que los norteamericanos en general, pero
tienden a padecer muchos más desórdenes de metabolismo.
Estos incluyen el exceso de
colesterol, y una dosis reducida de secreción tiroidea.
Entre los directivos también parece
haber variaciones en el promedio de tensión.
En su folleto Patters of Disease, Parke, Davis & Co. reveló un porcentaje
interesante.
Los directivos tienen un 47 por
ciento más de probabilidades que los obreros de padecer “estados de ansiedad”.
Dun’s
Review informa:
“Las investigaciones han demostrado que la ansiedad, la preocupación y la
melancolía son mucho más usuales entre los hombres de negocios de alto nivel
que entre el público en general.”
Hay algunas pruebas de que los
ejecutivos son más hábiles que el resto de la gente para disimular sus
ansiedades.
El psiquíatra William B. Terhune, director médico de la Fundación Silver Hill, de New
Canaan, Connecticut, afirma:
“Los directivos están expuestos a
los mismos desórdenes psiquiátricos que afectan a las demás personas, pero es
un hecho que sufren menos crisis nerviosas de gravedad.
Saben que si afloja, están
liquidados.
Reprimen sus emociones hasta que su
vida emocional se convierte en un desierto árido, y la existencia pierde su
significado y su valor…, conservan sus puestos a pesar de su deterioro
emocional, hasta que algunos de ellos se desbarrancan en una postración
nerviosa que a menudo es catastrófica.”
La susceptibilidad a los tipos de
tensión que producen afecciones físicas o mentales parece depender
significativamente de la posición del directivo en la escala jerárquica.
Había una base científica para la
repetida balandronada de los ejecutivos: “Yo no padezco úlceras… ¡las provoco!”
La mayoría de las tensiones
insalubres no se producen en lo alto de las pirámides, sino entre las personas
colocadas más abajo (la gerencia media, incluso la alta gerencia media), los
competidores y los envejecidos ejecutivos “jóvenes”, que se sienten frustrados
porque fueron ambiciones y temen haber llegado al tope (o según Lawrence Peter, al “límite de su
incompetencia”), o porque se sienten atrapados en una organización gigantesca,
tan inmensa que no les permite conservar su personalidad.
Con frecuencia estas personas están
en ebullición.
Si la ebullición se prolonga, algo
puede ceder en el cerebro o el corazón en alguna etapa del proceso.
“Los mejores candidatos para la
trombosis coronaria no son los altos ejecutivos.
En cambio, el candidato es “un
ejecutivos joven, que probablemente lucha por llegar a la cúspide, o un
trabajador de cuello blanco cercado de frustraciones.
Es bajo, robusto, musculoso, de
huesos grandes… a menudo un atleta.
Su personalidad es vigorosa,
ambiciosa, agresiva.”
Un estudio realizado entre los
directivos y subordinados de la Standard
Oil, de New Jersey sobre la
propensión a la alta presión sanguínea y a las enfermedades arteriales, arribó
a conclusiones muy parecidas.
Se sugiere que la mayor proporción
de neuróticos no está en la cúspide sino “en el nivel inmediatamente inferior…;
es aquí donde se encuentran los competidores neuróticos y a los fríos
minuciosos”.
Tl como hemos visto, el ejecutivo
con aspiraciones tiene muchos motivos para experimentar una gran tensión.
La mayoría de los ejecutivos puede
dominar la tensión o evitar por lo menos que derive en graves conmociones,
siempre que no sean demasiado neuróticos desde el principio.
Es opinión de los psicólogos sobre
la forma que cierta dosis de tensión neurótica sirve muchas veces para impulsar
al joven ambicioso en su ascenso por los estratos empresarios.
Pero en el trayecto, la neurosis
puede empezar a crearle problemas.
Los sentimientos de tensión pueden
ser aumentados y agravados por varios factores que se suman angustiosamente a
los conflictos comunes de la vida del directivo.
Estos factores, son, por ejemplo:
.a. La tensión derivada de mantener
“la fachada ejecutiva”, ésa máscara serena, cordial, flexible, cuando la
situación se pone turbulenta.
Muchos directivos elevan a la categoría de virtud la capacidad de
“disimular sus emociones, incluyendo la irritación o de parecer imperturbables.
Son hombres demasiado integrados (sobreadaptados) y esto puede resultar
peligroso.
El psiquíatra jefe de Du Pont,
doctor Gerard Gordon, lo expresa así: “Las emociones son un flujo interno
de energía vita, no muy distinto de la corriente eléctrica. Esta energía puede acumular un alto
potencial si se intenta contenerla, y finalmente hallará una vía de escape.”
.b. La tensión derivada del éxito y
el ascenso, no sólo a través de los estratos jerárquicos de la empresa sino
simultáneamente a través de las varias capas de la estructura social del país.
Los psiquíatras han informado que estos individuos que se desplazan
rápidamente hacia arriba tienen una susceptibilidad mayor que la normal a los
desórdenes psicosomáticos.
.b. La tensión del hombre muy
agresivo que se siente bloqueado, y la del hombre normalmente pasivo, sumiso,
que descubre que esperan de él un mayor despliegue de agresividad.
.c. La tensión que se produce
aparentemente en la euforia del éxito, la “Neurosis de Promoción”, cuando, por
ejemplo, el hombre que ha ascendido gracias a sus méritos como especialista, se
encuentra en una posición en la que debe aplicar aptitudes generales de
ejecutivo en cuestiones cuyos detalles no conoce tan bien como sus
subordinados.
Tensiones similares pueden afectar al joven que es promovido demasiado
pronto por encima de su nivel y que no puede colocarse la altura de sus nuevas responsabilidades.
.d. La tensión que afecta al hombre
maduro que se encuentra compitiendo con jóvenes brillantes.
.e. La tensión derivada de un
prolongado exceso de trabajo y esfuerzos compulsivos, que afecta al hombre tan
insensible a la tensión que no se da cuenta de que está al borde el agotamiento
emocional.
El doctor Robert Félix,
director del National Institute of Mental
Health, sugirió que los hombres de negocios tienen tres tipos de reacciones
insalubres a la tensión: trastornos fisiológicos, trastornos mentales, y trastornos
de conducta.
Con frecuencia los colaboradores y subordinados perspicaces pueden
observar los comienzos de estos trastornos.
Entre los trastornos fisiológicos que afectan a los directivos
angustiados por la tensión se encuentran los de tipo psicosomático:
hipertensión, afecciones de la coronaria, úlceras, colitis y artritis.
En su estudio sobre la vida hogareña
de los ejecutivos de alto nivel de la industria del automóvil que residen en Bloomfield Hills, Michigan, Seymuour
Freedgood citó un informe de que muchas de las esposas de estos hombres
“viven en constante temor de que les informe por teléfono que sus maridos han
sufrido ataques cardíacos”.
El hombre de “personalidad ulcerosa”
es caracterizado en general como el tipo impetuoso, demasiado integrado
(adaptado) que es incapaz de desahogar su irritación.
El hombre que está sumergido en un
trabajo fatigoso, o al que no está acostumbrado, y que es un mal administrador
puede sufrir ataques de diarrea o indigestión, o lo que es más grave, lo puede
voltear la colitis.
El psicólogo Robert McMurry sugiere que muchos de los trastornos fisiológicos
derivados de la tensión toman la forma de una “reacción evasiva”, una supresión
de los sentimientos de ansiedad que deriva en una neurosis de conversión
similar a la fatiga bélica de los soldados.
Las manifestaciones más comunes de
este tipo de reacción son los desórdenes gastrointestinales, la hipertensión y
las reacciones alérgicas.
Los trastornos mentales de los
ejecutivos toman por lo general la forma de indecisiones, aprensiones,
ansiedad, preocupación crónica que deriva del insomnio, disgusto por la
responsabilidad, obsesión por lo detalles, y de trastornos más graves:
alucinaciones, manías, incluyendo una insistencia en la infalibilidad personal.
Los psicólogos informan que el
ejecutivo neurótico que se encuentra imposibilitado para tomar decisiones puede
demostrar un gran ingenio para demorarse a través de mecanismos de evasión
tales como puntillosidad, la prescripción de estudios investigativos o la negativa
de que exista problema alguno.
Los trastornos de conducta más
comunes entre los directivos angustiados son los estallidos de cólera, el
desahogo de los sentimientos de hostilidad sobre la propia familia o los
subordinados, la nerviosidad, el alcoholismo.
La señora Marty Mann, directora ejecutiva del National Council of Alcolism, opina que las mismas características
que pueden ayudar a conducir a un hombre hacia el éxito como ejecutivo, también
pueden impulsarlo hacia el exceso de bebidos (o de drogas) cuando su carga de
tensiones se torna agobiante.
Los síntomas más peligrosos de los
trastornos de conducta consisten en una creciente rigidez de conducta o cambios
radicales de la misma, como por ejemplo cuando una persona que fue tranquila
empieza a mostrarse estrepitosa y pendenciera.
Varios psiquíatras que han trabajado
con gerentes medios comentan que el tipo de tensión ejecutiva que más los
impresionó es la perturbación emocional que se contagia a la esposa y los
hijos.
Un psiquíatra me explicó que es raro
que la neurosis se limite a un miembro de la familia.
“Engendra dificultades y uno
comprueba que donde hay un neurótico no tarda en haber un nido de neuróticos”.
Otros, especialmente los psiquíatras
de la industria, responsabilizan en mayor grado al hogar que al trabajo de la
tensión que sufren los ejecutivos (esto ocurriría si la familia es muy
demandante y sobreexige al directivo con sus pedidos).
Actualmente (1961), varias empresas
norteamericanas brindan oportunidades a todos los directivos para que mantengan
entrevistas regulares o frecuentes con psiquíatras o psicólogos a sueldo de la
compañía (¿¿counsellors??), como un medio para hacerles conocer sus tensiones y
ansiedades.
Por lo menos ocho empresas, entre
las que están incluidas Eastman Kodak, U.
S. Steel, IBM y Du Pont, tienen
psiquíatras “full time”, y un par de centenares de empresas contratan sus
servicios temporarios.
Muchos ejecutivos que saben que
están seriamente afectados se resisten, hecho quizás comprensible, a confiar
sus problemas emocionales a un psiquíatra o psicólogo pagado por la empresa, a
pesar de la promesa de que la relación será confidencial.
Por ello buscan ayuda fuera de la
compañía.
El departamento psiquiátrico del Montreal General Hospital estableció un
Servicio Nocturno que permite a los ejecutivos, entre otros, trabajar durante
el día y ser examinados por la noche en busca de sus problemas emocionales.
En los últimos años por lo menos
tres hospitales de Nueva York (el Gracie Square, el Mt. Sinai y el Montefiore),
han hecho experiencias similares con servicios para después de las horas de
trabajo.
En el Montreal, el directivo se registra por la noche al salir de la
oficina, como si se tratase de un hotel, y recibe asesoramiento individual así
como un tratamiento periódico de grupo.
Por iniciativa propia o por
indicación del médico de la empresa, algunos ejecutivos van a sanatorios
aislados que se especializan en gerentes ¡agotados”.
La Fundación Silver Hill, de New Cannan, Connecticut, es una
institución de este tipo, sin fines de lucro, para el diagnóstico y tratamiento
de trastornos nerviosos.
El doctor Terhune, su director médico, observó que “la mayoría de los hombres
de negocios mayores de 40 años sufren conflictos, frustraciones, ansiedades y
proyecciones coléricas no siempre reconocidas por ellos mismos, pero que a
menudo resultan embarazosamente evidentes para sus colaboradores”.
Para alentar a los ejecutivos a
descubrir prematuramente cualquier problema emocional, esta institución les
ofrece un “examen emocional” de 6 días.
La Fundación Silver Hill espera que los gerentes lleguen a comprender
la necesidad de este examen periódico, cualquiera sea su estado emotivo, así
como comprenden la necesidad de un examen físico.
El examen de 6 días, en un ambiente
bucólico, comprende la compaginación de una historia psiquiátrica del
individuo, un análisis de sus reacciones emocionales características, un
análisis de la capacidad intelectual, un examen psicológico a fondo, un estudio
de la personalidad y un examen físico completo.
El doctor William Menninger también conseja un “examen emocional” regular
para los ejecutivos. Y afirma que si
él tuviese que hacer este examen de la salud emotiva de un directivo, se
interesaría particularmente por obtener las respuestas a estas CINCO PREGUNTAS:
.1. ¿Qué consistencia tienen las
relaciones personales del gerente?
Todos tenemos ocasionalmente días “malos” y dificultades para
entendernos con algunas personas, pero ¿con qué frecuencia tiene este hombre
días malos y disputas?
.2. ¿El ejecutivo puede asimilar una
buena dosis de frustración, y tiene suficiente paciencia para trabajar y
esperar lo que desea, o insiste en obtener lo que desea en ese mismo momento?
.3. ¿El dar de sí con fines
constructivos le produce una gran satisfacción, o siempre quiere ser él el que
recibe?
.4. ¿Está razonablemente libre de
ansiedades y tensiones… y puede librarse de las que tiene con sus sistemas de
relajación en las horas libres?
El doctor Menninger agrega:
“Si uno padece tensión y ansiedad crónicas y no puede aliviar su angustia,
entonces está emocionalmente enfermo.”
.5. ¿Puede escuchar consejos y pedir
ayuda así como brindar asesoramiento y orientación?
El doctor Menninger opina que
hay momentos en los cuales es importante que el ejecutivo sea un “buen
escucha”.
El conseguir que un ejecutivo de
alto nivel, impulsivo, autoritario y
engreído se acostumbre a tener la deferencia de convertirse en un “buen
escucha” es una verdadera hazaña aunque esté casi paralizado por la ansiedad.
Las cinco preguntas del doctor Menninger sugieran la gravedad
potencial de la neurosis del ejecutivo.
Packard, Vance, Los Trepadores de la
Pirámide, Editorial Sudamericana SA, Buenos Aires, (1962)1971, Pág 310 a 318
(versión completa).
GERENCIA, Escuelas de
A pesar de los cambios que
experimentó en las últimas décadas el esquema teórico, cambios que fueron desde
la fascinación por “la dirección científica”.
Pasando por el deslumbramiento por
“las relaciones humanas”, (luego) por el más reciente interés por la
“participación”, (y en tiempos actuales por la “creatividad, innovación,
reinventarse o resiliencia”), en la práctica de nuestros días se observa una
sorprendente crueldad por el pensamiento empresario sobre el trato debido a los
directivos.
Presumiblemente, esto proviene de la
mentalidad empresaria… y su pasión por demostrar de algún modo que ésta
gerencia de empresa es una ciencia.
Sea como fuere, el resultado es una
proliferación de términos mecánicos y de mercado para referirse a los
directivos.
La buena gerencia es con frecuencia
“una máquina de marcha pareja”.
Individualmente, los gerentes medios
son reducidos en la taquigrafía empresaria a divisiones estampadas sobre
“planos”, y se convierte en unidades codificadas de los “inventarios de
dirección” y sus rasgos destacados pueden ser perforados en tarjetas IBM.
Se dice que “hay pilas” de talento
ejecutivo. En algunas oportunidades
los miembros del personal de gerencia reciben calificativos de “piezas
integrantes” de la máquina empresaria.
Packard, Vance, Los Trepadores de la
Pirámide, Editorial Sudamericana SA, Buenos Aires, (1962)1971, Pág 20.
GLOBALIZACIÓN
Estamos en presencia de una
“economía-mundo” (ahora llamada globalización) siempre que exista una división
internacional del trabajo… con un conjunto integrado de procesos de producción,
unidos unos a otros por un mercado instituido o creada de alguna manera
compleja.
La economía-mundo de forma
capitalista, basada sobre un modo de producción definido, no resulta así una
novedad del siglo XX, ni tampoco una
siempre yuxtaposición de economías nacionales, sino que ha existido, al menos
en parte del globo, como un sistema social histórico, desde el siglo XVI.
Rapoport M.; citando a Immanuel
Wallerstein en Revista Enoikos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA,
Año IV, Número 11, Septiembre, 1996, Pág. 30.
GOBIERNO
Las sociedades libres no pueden
mantener ni siquiera su cohesión interna manejando simplemente el presente y
esperando lo mejor para el porvenir.
Con demasía frecuencia un problema
evadido se convierte en una invitación para la crisis.
Es necesario dar forma al futuro
porque, en caso contrario, éste se impondrá como una catástrofe. Eso sigue siendo la demostración
fundamental del arte democrático de gobernar.
Kissinger, Henry; Mis Memorias
(Years of Upheaval), Tomo II, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1982, Pág.
624.
GOBIERNO
De manera que en las democracias
sucede que los pobres son más poderosos que los ricos, porque constituyen el
mayor número, y lo que los más determinan, aquello es lo que vale.
Aristóteles, Política, Tomo II,
volumen N° 100, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 59.
GOBIERNO
Acostumbramos, pues, llamar al
gobierno de uno que va encaminado a la
común utilidad reino; pero al de pocos, que ya son más de uno, aristocracia,
que significa señoría de buenos, o porque los que gobiernan y señorean son
buenos, o porque va enderezado el gobierno a lo que es bueno para la ciudad y
para los que en ella participan.
Pero cuando la comunidad rigiere,
encaminada a la común utilidad, llamase aquel gobierno del nombre que es común
a todos los gobiernos: público gobierno.
Lo cual acaece conforme a la razón;
porque ser uno o pocos señalados en virtud, cosa es que puede ocurrir; pero que
la multitud y vulgo sea perfecto en toda clase de virtud, cosa es muy difícil,
excepto en la virtud de las armas.
Por esto, en esta manera de
gobierno, aquella parte que tiene el uso y ejercicio de las armas es más
poderosa, y los que están en armas participan de él.
Aristóteles, Política, Tomo I,
volumen N° 99, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 130.
GOBIERNO
El gobernar, no conforme a la
prescripción de la ley, sino a su voluntad y parecer, es cosa peligrosa, y el estar
el pueblo sosegado y no amotinarse, no participando del gobierno, no es
bastante argumento para probar que está bien ordenado el gobierno y
administración de la república.
Aristóteles, Política, Tomo I,
volumen N° 99, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 100.
GOBIERNO
También parece mal que un mismo
hombre tenga muchos cargos, lo cual entre los cartagineses es tenido en mucha
estima (tener pocos cargos), porque mejor se administra cada cosa cuando el que
la administra con sola aquella tiene cuenta.
Debe, pues, el legislador tener
cuenta en esto: cómo se haya de hacer que un mismo hombre sea a un tiempo
zapatero y músico de flautas.
Y donde el pueblo no es pequeño, más
civil y más popular es que muchos participen del gobierno, porque, como hemos
dicho, más en provecho de la comunidad y más pronto se hace y concluye cada
cosa por los mismos.
Aristóteles, Política, volumen I,
Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 105.
GOBIERNO
Consta, pues, que aquellos gobierno
que tienen en cuenta con la común utilidad son buenos y rectos, según justicia
perfecta y absoluta; pero aquellos donde solamente se pretende el bien de
utilidad de los que rigen, todos son gobiernos errados y viciosos, y defectos
de repúblicas bien administradas.
Porque son gobiernos como de señores
para con esclavos y la ciudad es comunidad de gente libre.
Aristóteles, Política, Tomo I,
volumen N° 99, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 128.
GOBIERNO
Es, pues, la tiranía, como ya hemos
dicho, un señorío en la comunidad civil semejante al que un señor tiene sobre
sus esclavos.
La oligarquía es cuando se hacen
señores los que tienen las haciendas, y democracia, por el contrario, cuando
son señores los que no tienen muy grandes haciendas, sino que son gente
necesitada.
Aristóteles, Política, volumen I,
Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 130.
GOBIERNO
Los hombres alteran los gobiernos,
unas veces por fuerza, otras por engaño, forzándolos desde el principio, o
después andando el tiempo.
También el engaño es de dos maneras,
porque a veces, engañando al principio, mudan con voluntad de todo el gobierno,
y después les hacer guardar aquello aunque les pese.
Aristóteles, Política, Tomo II,
volumen N° 100, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 17.
GOBIERNO
Las democracias, generalmente, se
mudan por la maldad de los que guían al pueblo, porque calumniando unas veces
particularmente a los que tiene haciendas, hacen que se junten todos los pobres
contra aquéllos, porque el común peligro hace reconciliarse entre sí aún a los
mayores enemigos; otras veces, amotinando a todo el pueblo.
Aristóteles, Política, Tomo II,
volumen N° 100, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 19.
GOBIERNO
Los gobernadores del pueblo, por
tener haciendas que confiscar, desterraron a muchos de los principales, hasta
que éstos pudieron juntarse y, venciendo al pueblo, introdujeron la oligarquía.
Aristóteles, Política, Tomo II,
volumen N° 100, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 19.
GRESHAM Ley de
Un diseño apropiado de la estructura
de la organización puede facilitar la toma de decisiones, tanto no programadas
como programadas.
Un principio importante del diseño
de la organización, que se ha denominado en forma jocosa “Ley de Gresham del
planeamiento”, afirma que la actividad programada tiene a expulsar la actividad
no programada.
Si a un ejecutivo le corresponde una
tarea que implica una mezcla de responsabilidades de tomas de decisiones
programadas y no programadas, las primeras tenderán a excluir a las últimas.
La repercusión de la Ley de Gresham en las organizaciones
consiste en que se deben tomar medidas especiales para la toma de decisiones no
programadas, creando responsabilidades específicas en la organización y en sus
unidades-
Simon, Herbert A., La Nueva Ciencia
de la Decisión Gerencial (The New Science of Management Decision), Editorial El
Ateneo Pedro García SA, 1977, Pág. 49.
GRUPOS y MARCO SOCIAL
Los hallazgos de la antropología, la
psiquiatría, la psicología social y la sociología demuestran claramente que una
de las principales funciones de los grupos es la de proporcionar a sus miembros
orientaciones compartidas por medio de las cuales pueden éstos interpretar las
realidades a las cuales tiene como individuos un acceso que en el mejor de los
casos es solo limitado.
Las realidades son definidas e
interpretadas dentro de un marco social.
Esta generalización es denominada
con frecuencia principio de la realidad
y los procesos interaccionales por medio de los cuales se logran esas
definiciones son conocidos bajo el nombre de validación consensual.
De Fleur, Melvin L., Teorías de la
Comunicación Masiva, Editorial Paidós SAICF., Buenos Aires, 1980, Pág. 219.
HABITOS y PRÁCTICAS
El hombre, dice William James, nace con una tendencia a hacer más cosas que
aquellas para las cuales dispone de ordenamientos preparados en sus centros
nerviosos.
La mayor parte de las actividades de
otros animales son automáticas.
Pero en el hombre, su número es tan
enorme que en su mayor parte deben ser el fruto de un penoso estudio.
Por consiguiente, si la práctica no
perfeccionara ni el hábito economizara el gasto de energía nerviosa y muscular,
se encontraría en una situación difícil.
Simon, Herbert A., La Nueva Ciencia
de la Decisión Gerencial (The New Science of Management Decision), Editorial El
Ateneo Pedro García SA, 1977, Pág. 46.
HACEDORES y CREADORES
(…) También los artífices tienen
necesidad de virtud; porque muchas veces, por su intemperancia, dejan de
cumplir con sus obras como deben.
Aristóteles, Política, Tomo I,
volumen N° 99, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 55.
HACERSE RICO
En el fondo, todos sabemos que los
únicos que se hacen ricos con los libros dedicados a “hacerse rico rápidamente”
son quienes los escriben.
Y así como existen innumerables
sistemas con los que “hacerse rico rápidamente”, también existe una amplia gama
de seductoramente atractivos planes para “conseguir una rápida paz”.
Nixon, Richard; La Verdadera Paz,
Editorial Planeta SA., Barcelona, 1984, Pág. 19.
HÉROES
Los “héroes” son las empresas que
mejoran progresivamente sus productos y servicios históricos, anticipándose a
las necesidades en evolución de los clientes; los “superhéroes” son empresas
que descubrieron el secreto de dar forma a las necesidades del consumidor y de
influir sobre ellas, por ejemplo, por medio de la obsolescencia artificial.
Estos “héroes” reciben elogios en el
libro de Peters y Waterman (In Search of Excellence, 1982) que ofrece como recomendación para
el éxito “seguir el hilo de las cosas (que es la
estrategia histórica de la empresa), y “sentarse en el regazo del cliente”.
Ansoff, Harry Igor; McDonell Edward
J.; La Dirección Estratégica en la Práctica Empresarial (en inglés “Implanting
Strategic Management, 1990), Addison Wesley Iberoamericana SA, México, 1998,
Pág. 36.
HOMBRE ADMINISTRATIVO, HOMBRE
ORGANIZACION
En algunas compañías los directivos
pueden recibir órdenes de someterse a revisiones psiquiátricas, y en otras
muchas se los “invita” a aceptar exámenes psicológicos.
De estos emprendedores directivos se
espera una actitud de devoción y absoluta lealtad hacia la empresa, actitud que
ya nadie aguarda de la masa de empleados.
Packard, Vance, Los Trepadores de la
Pirámide, Editorial Sudamericana SA, Buenos Aires, (1962)1971, Pág 19.
HOMBRES DE NEGOCIO
Por mi parte, además, os diré que
siempre que la conversación trate de filosofía, tanto si soy el que habla como
si escucho a los demás, aparte de creer que saco provecho, me regocijo
sobremanera.
En cambio cuando escucho otras
conversaciones, especialmente las vuestras, las de los ricos y las de los hombres de negocios,
personalmente siento hastío y por vosotros y vuestros compañeros compasión,
porque creéis hacer algo de provecho sin hacer nada.
Vosotros, a la inversa, tal vez
creeréis que yo soy un desdichado y opino que vuestra creencia es verdadera;
pero yo, sin embargo, no lo creo de vosotros, sino que lo sé de cierto.
Platón, El Banquete – Fedón - Fedro,
Hyspamérica Ediciones Argentina SA, Buenos Aires, 1984, Pág. 27.
I&D
Durante los últimos treinta años, la
atención se concentró en la dirección del proceso de Investigación y
Desarrollo: su organización, planeamiento y control, presupuesto y
especialmente, el fomento y el uso de la creatividad; sin embargo, el impacto
de la tecnología sobre las estrategias empresariales recibió poco
reconocimiento, aunque en industrias con tecnología intensiva, como las de
sustancias químicas, electrónica, productos farmacéuticos o la aeroespacial, la
tecnología es con frecuencia una fuerza directiva que determina el futuro
estratégico de la empresa.
Ansoff, Harry Igor; McDonell Edward
J.; La Dirección Estratégica en la Práctica Empresarial (en inglés “Implanting
Strategic Management, 1990), Addison Wesley Iberoamericana SA, México, 1998,
Pág. 178.
I&D
Un aspecto negativo, ha sido el
fracaso en reconocer a tiempo una sustitución amenazante de la tecnología que
puede dar como resultado una pérdida significativa de la participación en el
mercado o, de hecho, obligar a que la empresa salga de una industria en la que
disfrutó de una existencia rentable; en el aspecto positivo, la tecnología
puede funcionar como una herramienta importante y poderosa por medio de la cual
una empresa puede obtener y mantener una superioridad competitiva.
El reconocimiento de la importancia
estratégica de la tecnología se encuentra en crecimiento y en muchas industrias
las actividades de I&D evolucionan a tal grado que hoy en día se clasifican
entre las dos o tres funciones que consumen una parte considerable de los
fondos de las compañías.
Los ejecutivos de la alta dirección,
quienes en una ocasión aceptaron la I&D como un acto de fe, ya no desean
que la actividad tecnológica se desarrolle sin límites, ya que para algunos
gerentes la I&D se convirtió en un monstruo difícil de dominar y que
requiere control.
La experiencia muestra que cuando
una nueva tecnología es completamente diferente de la tecnología antigua, como
la conducción al vacío y las tecnologías de estado sólido, las empresas
abandonan con frecuencia la industria en la que fueron líderes originales.
Cuando la tecnología sustituta
deriva de la misma fuente de conocimiento que la tecnología anterior; por
ejemplo, la aparición de la tecnología biogenética en la industria
farmacéutica, una empresa generalmente permanecerá en la industria, pero
persistirán los problemas de reconocimiento y reacción oportunos; si la nueva
tecnología se desarrolla rápidamente, por lo general los líderes históricos son
quienes no reaccionan a tiempo, y como consecuencia, pierden su posición
competitiva.
Esto se ilustra por medio de la
pérdida de la posición competitiva de la industria automovilística
estadounidense causada por el rápido advenimiento de la nueva tecnología de
automóviles pequeños.
Ansoff, Harry Igor; McDonell Edward
J.; La Dirección Estratégica en la Práctica Empresarial (en inglés “Implanting
Strategic Management, 1990), Addison Wesley Iberoamericana SA, México, 1998,
Pág. 178, 179, 180 y 181.
IMPACTO ANÁLISIS de
La concentración elevada de los
costos y las ventas, pérdidas y beneficios, flujo de efectivo e inversiones en
(varias) “áreas estratégicas económicas” más importantes es una cuestión de
interés.
Sin embargo, esto no significa que
la empresa sea vulnerable (o invulnerable) estratégicamente y, por tanto, se
aconseja realizar un análisis más detallado.
Una técnica conocida como análisis
del impacto (una variante del análisis utilizando una Tabla Delphi), es útil para éste propósito.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 152.
IMPLANTACIÓN
Denominaremos desarrollo de la
capacidad de implantación en el planeamiento al proceso que incluye el
desarrollo del comportamiento durante la instalación del trabajo de
planeamiento estratégico:
.1. La participación de todos los
directores en grupos de trabajo, responsables de la implantación, así como de
los directores y otros individuos (por ejemplo, expertos en I&D) que puedan
realizar contribuciones importantes en el proceso de toma de decisiones.
La
participación estratégica no significa una descentralización estratégica; por
el contrario, los niveles superiores e inferiores de la dirección participante
tienen sus propias actividades estratégicas que realizar, así como problemas
conjuntos que resolver.
La
experiencia muestra que la participación y la contribución continua de la alta
dirección es un factor clave para garantizar la aceptación de la organización;
es necesario destacar que la participación y la contribución no son similares a
la manifestación entusiasta, pero pasiva, en favor del planeamiento,
considerado como un primer antídoto para la resistencia.
Es
importante que la alta dirección tenga sus propias tareas de planeamiento y que
tome las decisiones al final de cada módulo de trabajo.
.2. Durante el proceso de
planeamiento, la información sobre los motivos de la planificación, los
resultados esperados y el impacto del cambio sobre la organización se comparte
y analiza con los individuos que participarán en la implantación; más aún, se
envían boletines a los directores que no participan, pero que pueden sentirse
afectados por los cambios estratégicos.
.3. Antes de cada módulo de planificación
e implantación se proporciona capacitación
a los participantes sobre conceptos, habilidades y técnicas importantes.
.4. El proceso de planeamiento se
centra en la solución de problemas identificados durante el diagnóstico
estratégico y se evita que se llenen mecánicamente formularios para beneficio
de las oficinas generales (la Casa
Central).
.5. Las técnicas y los
procedimientos para la solución de problemas se llevan a cabo de forma
sencilla, de tal manera que sean compatibles con el nivel de conocimientos y
habilidades de los participantes, destacando la comprensión de la lógica del
problema y NO la complejidad técnica de la solución; este aspecto es
particularmente importante debido a que la experiencia muestra que, si existen
muchos detalles técnicos, los directores ya no perciben la solución, pierden la
motivación y se sientes frustrados.
.6. Las tareas de planeamiento
asignadas a cada grupo de directores deben producir un impacto auténtico en sus
propios trabajos.
.7. En el mayor grado posible, se
proporciona nueva información estratégica (distinta de la información operativa
usual suministrada por el sistema de contabilidad) a los grupos de
planeamiento; sin embargo, con frecuencia la calidad de la información
estratégica es tan deficiente que la planificación debe retrasarse
sustancialmente si la empresa desea que exista como requisito previo una base
de datos estratégica completamente adecuada.
En
dichos casos, el desarrollo de una base de datos estratégica debe ser uno de
los proyectos iniciales y, hasta que éste proyecto termine, la planificación
debe basarse en la experiencia y el criterio de los directores calificados.
.8. Si la capacidad y los recursos
necesarios están disponibles, la implantación de la planificación no se retrasa
hasta la terminación y aprobación del plan, sino que los proyectos de
implantación comienzan (de modo temprano o)…simultáneamente (porque)
proporciona una retroalimentación valiosa.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 472, 473 y 475.
IMPLANTACIÓN y RESISTENCIA AL CAMBIO
Una importante fuente de
dificultades al implantar estrategias surge del hecho de que en muchas
organizaciones los procesos para la toma de decisiones antes de la estrategia
son de naturaleza política; además, la estrategia introduce elementos de
racionalidad que alteran lo cultura histórica de la empresa y amenazan los
procesos políticos.
Una reacción natural de la
organización consiste en combatir las alteraciones a la cultura histórica y a
la estructura de poder, en lugar de enfrentar los retos presentados por el
entorno; ésta era una reacción muy notable al tratar de introducir
(planeamiento estratégico) en el gobierno estadounidense (por parte de Robert McNamara) aunque también aparece
durante la introducción en las empresas de una manera menos visible, pero de
cualquier forma fuerte y presente.
(…) Algunos altos ejecutivos
argumentaron que, aun cuando sea explícita y por escrito, la estrategia debe
mantenerse resguardada (y secreta) y sólo al alcance de la alta dirección de la
empresa para prevenir que la competencia la descubra.
Otros altos ejecutivos sugieren que,
al dirigir la búsqueda, la estrategia restringe la libertad empresarial para
responder a (otras) actividades atractivas que puedan presentarse.
Ansoff, Harry Igor; McDonell Edward
J.; La Dirección Estratégica en la Práctica Empresarial (en inglés “Implanting
Strategic Management, 1990), Addison Wesley Iberoamericana SA, México, 1998,
Pág. 178, 179, 180 y 50 y 51.
IMPROVISACIÓN vs. PLANES
En retrospectiva todas las políticas
exitosas parecen haber estado predeterminadas.
A los políticos les gusta demostrar
su premonición por lo que ha funcionado bien, atribuyendo a los planes lo que generalmente
comienza como una serie de improvisaciones.
Las cosas no fueron distintas con la
nueva política (respecto de) China. La administración tenía la intención
general de comenzarlo todo de nuevo.
Pero con toda inocencia no tenía una idea precisa de cómo hacerlo.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 129.
INCERTIDUMBRE
A menudo las potencias se comportan
como dos ciegos fuertemente armados que se mueven a tientas en una habitación,
cada uno creyéndose en peligro mortal por las acciones del otro a quien supone
dotado de perfecta visión.
Cada lado debería saber que la
incertidumbre, el compromiso y la incoherencia son frecuentemente la esencia
del hacer político.
Empero, cada uno tiende a asignar al
otro bando una consistencia, perspicacia y coherencia que su propia experiencia
desmiente.
Es claro que, con el tiempo, hasta
dos ciegos armados en una habitación pueden hacerse enorme dado un al otro, por
no hablar del peligro de la misma habitación.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 366.
INCOMPETENCIA TÉCNICA
El virtual colapso de muchas
instituciones del sector público ha tenido frecuentemente que ver con el tipo
de ajuste económico implementado, pero también con el tipo de gestión política
del sector público; cargado de incompetencia técnica, alta discrecionalidad y
carencia de participación democrática.
Es, entre varias razones, la
incompetencia de los responsables de la gestión del estado en asumir un
liderazgo en el nuevo patrón de acumulación, lo que ha movilizado la confianza
de grandes sectores de la población hacia mecanismos de auto regulación como el
mercado, como los más eficientes para asignar recursos.
Esta es la principal causa
subyacente a los procesos de privatización, desregulación, descentralización y
transferencia de servicios sociales –o la responsabilidad de su gestión- a
distintas formas de asociativismo social.
Bustelo Graffigna, Eduardo S.; en
Revista Enoikos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Año III,
Número 9, Diciembre de 1995, Pág. 44.
INDEPENDENCIA
Las organizaciones sofocan los
impulsos más elevados del hombre, provocando su regresión a un estado de
dependencia que no deja margen para el ejercicio de su imaginación y su
realización creativa como persona.
La argumentación es atractiva pero
de carácter conjetural.
Se basa en el dudoso supuesto de que
si algo es bueno, en este caso la libertad respecto a la sujeción a una autoridad
excesiva, poseer ese algo en mayor medida es mejor.
Pero tanto los experimentos de
laboratorio como al observación diaria señalan que los seres humanos no se
encuentran en su culminación creativa y de autorrealización en los ambientes
menos restrictivo.
Los juegos, a los cuales se orientan
como un medio importante de autoexpresión, imponen conjuntos altamente
restrictivos de reglas de comportamiento, y no suele mejorárselos por un simple
relajamiento de sus reglas.
De hecho, los seres humanos se
sienten evidentemente incómodos al encontrarse en ambientes tan carentes de
estructuras que cada decisión representa una tarea intelectual importante y no
se suministran datos acerca de lo que debe hacerse a continuación.
La rutina es un refugio grato con
respecto a las selvas sin huellas de los ámbitos de problemas no familiares.
Las personas sienten más interés por
situaciones que no son ni enteramente extrañas ni enteramente conocidas, donde
haca una novedad por indagar, pero donde las similitudes y los programas
recordados a partir de la pasada experiencia ayuden a guiar la exploración.
Simon, Herbert A., La Nueva Ciencia
de la Decisión Gerencial (The New Science of Management Decision), Editorial El
Ateneo Pedro García SA, 1977, Pág. 93.
INDIVIDUALISMO o EQUIPO
Yale tiene esa clase de sociedades
secretas, ¿sabes Harry? –me estaba explicando Bob-. Bueno, la verdad es que está lleno de
ellas.
Si has oído hablar de “Tibias y
Calavera, Rollo y Llave”, sólo has oído la punta del iceberg.
Harvard…, bueno, Harvard sigue la dirección contraria y apuesta al talento
individual.
Y así también la Agencia, cuando pone la proa a esas
aguas en busca de reclutas, suele elegir sus hombres de equipo en Yale rinde obediencia ciega a la causa,
pero ésa es en líneas generales la tradición.
¿Es usted un hombre de Yale?
Le Carré, John; La Casa Rusia, RBA
Editores SA, Barcelona, 1993, Pág. 235.
INFLUENCIA
Hay por lo menos tres maneras
mediante las cuales los medios de comunicación pueden, potencialmente, influir
sobre las normas y definiciones de la situación para los individuos.
Primero, el contenido de la
comunicación puede reforzar las pautas existentes, y conducir a la gente a
creer que determinadas formas sociales o grupales son apoyadas por todos.
Segundo, la comunicación puede crear
nuevas convicciones compartidas con respecto a tópicos en los cuales los
destinatarios han tenido poca experiencia previa.
Tercero, pueden cambiar normas
preexistentes, y por lo tanto llevar a la gente de una forma de comportamiento
a otra.
De Fleur, Melvin L., Teorías de la
Comunicación Masiva, Editorial Paidós SAICF., Buenos Aires, 1980, Pág. 193.
INFLUENCIA y Líderes de opinión
En general se pudo establecer que
los líderes de opinión que ejercen influencia sobre el proceso de adopción de
decisiones o en respuesta a la comunicación, son en muchos sentidos muy
semejantes a las personas que se hallan bajo su influencia.
Tienden a acatar estrictamente las
normas de sus grupos y se muestran inclinados a asumir el liderazgo en una
esfera pero no necesariamente en otras.
El liderazgo de opinión no parece
recorrer en sentido descendente la estructura social; la mayor parte de las
veces es horizontal.
Tiene lugar sobre todo entre
personas de status semejante.
Los líderes de opinión difieren en
algunos aspectos de sus seguidores, pero ésta es una cuestión compleja que
depende en parte del tipo de objeto o problema respecto del cual ejercen su
liderazgo.
De Fleur, Melvin L., Teorías de la
Comunicación Masiva, Editorial Paidós SAICF., Buenos Aires, 1980, Pág. 191.
INFORMACIÓN
El salto de un contexto en donde las
acciones financieras determinan el desempeño de la firma a otro donde la
correcta percepción de la evolución de la actividad en el mediano plazo pasa a
ser la clave del éxito o fracaso, implica un cambio en la información relevante
y en las habilidades requeridas para su obtención y procesamiento.
Si la información con que cuentan
las firmas fuera completa y perfecta no estaríamos hablando de estrategias.
Las estrategias empresariales tienen
su fundamento en la incapacidad de los agentes para obtener toda la información
necesaria para la toma de decisiones y en la propia limitación que enfrentan
las firmas para procesarla adecuadamente.
El conocimiento y la información son
dos elementos que determinan las acciones que van a llevarse a cabo.
El hecho de que el conocimiento se
caracterice por tener aspectos tácitos complica aún más el problema.
Kosacoff Bernardo, Revista Enoikos
de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Año VII, Número 14, Marzo,
1999, Pág. 49.
INFORMES
Mi amigo Al nunca trabajó más en su
vida que durante esos días de organizar el nuevo estado mayor (Staff de Apoyo).
Tuvo que tomar hombres de acción y
convertirlos en hombres de pensamiento.
Trece personas dependían de él directamente y trabajaba 16 horas
diarias, seis o siete días a la semana.
Lo primero que hizo fue enseñarles a
escribir. Un buen informe de estado
mayor debe ser inteligible y directo. Debe presentar un problema en forma concisa y terminar con
una recomendación clara, para que lo único que tenga que hacer la alta
administración sea leerlo y decir: “Sigan adelante” o “No
sigan”.
Al les dijo: “Tienen que prestar
atención a la redacción. Recuerden que
cada informe va a un gerente superior, quien debe entenderlo. Si aprueba su recomendación, la pasa a otra
persona para que la ejecute, y esa otra persona también tiene que entenderla”. No escucharon este consejo.
Transcurridos seis meses, los
informes seguían siendo tan caóticos que Al se desesperó.
Reunió al estado mayor y mostrando
una carpeta les dijo: “Voy a tomar una carpeta como esta y cada vez que uno de
ustedes me entregue un informe descuidado, lo voy a meter en el bolsillo de la
izquierda. Luego voy a redactar el
informe como debía haberse redactado originalmente, lo pondré en el bolsillo de
la derecha, y la carpeta la haré circular entre todos los que están presentes”.
De ahí en adelante, si alguno
presentaba un trabajo descuidado, lo veían todos su otros doce colegas.
La calidad del trabajo escrito
mejoró extraordinariamente.
Watson, Thomas J., Padre, Hijo &
Cía., Grupo Editorial Norma SA, Bogotá, Colombia, 1991, Pág. 311.
INNOVACIÓN
A partir del momento en que la
circulación de la información, se efectúa en tiempo real, y los productos son,
por definición, idénticos, puesto que las tarifas se exhiben en la pantalla de
(cualquier) corredor por orden creciente de precios, apenas hay ventaja
comparativa en la innovación.
Más aún, para que ese sistema
alcance la perfección de su lógica, es necesario que los productos sean
perfectamente comprables entre sí, y por lo tanto totalmente asimilables.
Dicho de otra manera, (en realidad)
hay que evitar innovar. La práctica
confirma aquí la teoría de que, en una red donde la circulación de información
se efectúa en tiempo real, la innovación tiene a perder sus ventajas
comparativas (y probablemente a incrementarse las de la diferenciación extrema
que no agrega ningún valor).
Albert, Michel; Capitalismo contra
capitalismo, Editorial Paidós SAICF, Buenos Aires, 1992, Pág. 89.
INNOVACIÓN Dirección de la
(Cuando) la función principal es la
de (Investigación y Desarrollo) I&D, pero la introducción efectiva de
nuevos productos en los mercados requiere una cooperación estrecha entre las
diferentes funciones.
El trabajo innovadores y generador
de potencial de rendimiento (ganancias) no reemplaza al trabajo operativo de
obtención de beneficios, sino lo complementa y, como resultado, los dos tipos de
trabajo compiten por el tiempo y la atención de las funciones tanto logísticas
como de dirección.
Las consecuencias estructurales son
la necesidad de proporcionar capacidad dedicada al trabajo innovador y de
organizar esta capacidad de tal manera que garantice la cooperación oportuna y
efectiva entre múltiples funciones.
(Para ello), la solución común
desarrollada por las empresas es un sistema de dirección de proyectos.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 348 y 349.
INSTITUCIÓN
Además, les hace vivir en comunidad
el provecho mutuo y bien de todos, en cuanto de ello le redunda a cada uno
alguna parte para vivir bien y honestamente.
Éste es, pues, el principal fin, así
para todos comúnmente como para cada uno en particular.
Adjúntanse, pues, en el vivir por
causa de esto mismo y conservan la comunidad política entre ellos, porque por
ventura hay alguna parte de honestidad den vivir solos, por ellos mismos, si
los infortunios no son excesivos.
Aristóteles, Política, Tomo I,
volumen N° 99, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 127.
PUBLICIDAD INSTITUCIONAL
El objetivo con que han trabajado
los creativos publicitarios durante décadas ha sido el de posicionar de una
determinada manera un producto en la mente del cliente con el fin de lograr una
autonomía relativa del precio como factor exclusivo de decisión del consumidor.
Sin incurrir en polémicas sobre el
grado de eficiencia con que la publicidad está cumpliendo este ros, es claro
que sólo de manera indirecta la promoción de una marca aporta a la imagen
social de la empresa.
Con el fin de suplir este vacío, la
mayor parte de las grandes empresas ha recurrido y recurre a la publicidad
institucional, apelando a la opinión pública, ya sea a través de imágenes y
textos de fuerte contenido tecnocrático (eficiencia, progreso dinamismo) o
mediante el elogio de su desempeño (crecimiento ocupación, inversión) o
asociando su actividad con metáforas más
o menos obvias (electricidad=energía, automóviles=transporte,
teléfonos=comunicación).
Las limitaciones de la publicad
institucional queda al descubierto por las palabras con que David Ogilvy la caracterizara: pomposa,
autosuficiente y fatua.
Roiter, Mario; en Revista Enoikos de
la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Año III, Número 9, Diciembre de
1995, Pág. 31.
INSTITUCIONES DE BIEN PÚBLICO
Hablamos de institucionalización
precaria en el sentido de que (las) instituciones de bien público poseen modos
organizativos que no responden a modelos tradicionales, pero, sobre todos, los
que poseen, si bien resultan congruentes, aparecen con un bajo grado de
eficacia para desempeñar las acciones emprendidas.
Por un lado, nos encontramos con un
alto grado de indiferenciación en el trabajo, tanto en lo que hace a su
división horizontal como vertical.
Ello implica poca especialización
funcional, como también niveles poco claros de autoridad.
En general se funciona con el
esquema de una acción básicamente solidaria, con roles intercambiables entre sí
y con una aparente identificación con el beneficiario que es el motor de la
acción del voluntariado.
Esta misma carga emocional, que de
algún modo aparecería como traba para la profesionalización completa, jugaría
un rol similar en la institucionalización, y podría conducir a acciones
espontáneas con bajos niveles de planificación y esquemas difusos de autoridad.
Suárez, Francisco M.; en Revista
Enoikos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Año III, Número 9,
Diciembre de 1995, Pág. 49.
INSUSTITUIBILIDAD
Se estaba despidiendo personal a
ritmo acelerado, pero hasta que llegó a California
no comprendió el problema con que se enfrentaban la NASA y la Nación, pues
tanto en Ames como en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de
Pasadena oyó la misma historia:
«Podemos reducir gastos. Podemos despedir gente. Pero, ¿cómo conservamos una capacidad
básica para entrar de nuevo en acción si es necesario hacerlo rápidamente?»
Esa era la cuestión.
¿Cómo mantener el núcleo de personas
esenciales y, lo más importante, cómo preservar la infraestructura vital de
modo que pueda ser rápidamente ampliada en caso de necesidad?
Las empresas automovilísticas, las
unidades militares, los grandes almacenes se enfrentaban también a ese
problema, pero nunca tan aguadamente como la NASA, pues cada hombre despedido se llevaba consigo las técnicas y
conocimientos vitales que no podían ser fácilmente sustituidos.
Michener, James A., Espacio, Plaza
& Janes Editores SA, Barcelona, 1983, Pág. 416.
INTENCIONES
“Les conoceréis por sus frutos.”
Esta frase notable halla su
aplicación no sólo en la moral y la religión, sino en la ciencia y el arte.
En lo que concierne a éste, es
posible que un maestro sagaz, observando la aptitud particular de un niño,
exprese la opinión de que hay en él un Rafael
o un Mozart y el tiempo muestre cuán
fundada era su opinión.
Pero cuando un mal pintor o un
poetastro se consuela pensando que su espíritu está interiormente lleno de
altas concepciones ideales, es éste un pobre consuelo, y si pretende que se le
juzgue, no por sus obras, sino por sus intenciones, tal presentación será con
razón rechazada como insensata.
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich,
Lógica (1817), Segunda Parte, Colección Historia del Pensamiento, Volumen 53,
Hyspamérica Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1985, Pág. 52.
INTERACCIÓN
En la mayor parte de las situaciones
de trabajo una parte importante del ambiente del hombre es el (propio) hombre.
Además, es ésta una parte
extremadamente “áspera” de su ambiente.
Interactuar con el prójimo requiere
la mayor flexibilidad, tanto en la actividad sensorial como en la reacción
sensorial.
Debe interpretar los matices de las
expresiones, las posturas, las entonaciones; debe tener en cuenta de muchas
maneras la individualidad de la persona que tiene enfrente.
Simon, Herbert A., La Nueva Ciencia
de la Decisión Gerencial (The New Science of Management Decision), Editorial El
Ateneo Pedro García SA, 1977, Pág. 23.
INTERDEPENDENCIA
En la opción entre varias inversiones
debe considerarse la interdependencia general de todos los procesos económicos.
Como consecuencia de ella, en la
decisión basada en un cálculo de rentabilidad, no pueden pasarse por alto los
efectos de una opción determinada sobre el ambiente, es decir, sobre la empresa
como todo, al igual que sobre la industria, y ante todo, sobre la economía
nacional.
Aunque a menudo un cálculo de
rentabilidad se refiere solamente a un pequeño proceso parcial de una empresa,
debe tenerse en cuenta que las modificaciones de un proceso parcial no
solamente influyen en los gastos e ingresos pertinentes a este proceso, sino
también en los gastos e ingresos de la empresa en conjunto.
Además, ha de considerarse cuál será
la influencia de la realización de una inversión determinada sobre otras
empresas en la misma industria o en industrias distintas; y finalmente se debe
considerar qué efecto tendr5á una opción determinada sobre el conjunto de la
economía nacional, es decir, si la realización de una inversión dada, considerada
provechosa desde el punto de vista de la empresa, concuerda con los criterios
de la política económica general.
La interdependencia entre la empresa
y el mundo exterior a menudo es de tal naturaleza que no puede ser expresada
monetariamente; por consiguiente, debe contarse entre los actores irreducibles
que tienen que considerarse en la estimación de los resultados.
Naturalmente, esto, en primer
término, vale en las relaciones de la empresa con los Estados y con la economía
nacional.
Schneider, Erich; Teoría de la
Inversión, Editorial El Ateneo Pedro García SA, Buenos Aires, 1970, Pág. 158.
INVESTIGACIÓN OPERATIVA
Es fácil que el (decisor)
tradicionalista sobreestime el rigor de las condiciones.
Para que el enfoque de la
investigación operativa, no es necesario que nada sea exacto; simplemente debe
ser bastante aproximado como para
suministrar mejores resultados de los que se podrían obtener con el sentido
común sin la matemática, y a menudo no se trata de un criterio difícil de
superar.
Además, es peligroso suponer que
algo es esencialmente cualitativo y no reducible a la forma matemática hasta
que un experto en matemática aplicada lo haya puesto a prueba.
Simon, Herbert A., La Nueva Ciencia
de la Decisión Gerencial (The New Science of Management Decision), Editorial El
Ateneo Pedro García SA, 1977, Pág. 55.
JAPONESA Dirección
Cualquier empresa habría conducido a
una situación sumamente embarazosa, de no haber sido por la habilidad de los
estadistas japoneses para desviar los entusiasmos por medio de una suave
cortesía, que impide al interlocutor llegar al punto central de la cuestión.
Sólo cuando son arrinconados por
modales tremendamente penosos (arrogantes, irrespetuosos, ignorantes o brutos),
los líderes japoneses intentan una refutación frontal.
Siempre que es posible dilatar las negociaciones hasta que el protagonista,
desesperado, interrumpe sus esfuerzos.
Dado que los japoneses jamás
tuvieron la intención de plegarse al Año
de Europa (iniciativa frustrada de 1973), nuestro fracaso en consultarlos
acerca del tema no de sumarse al catálogo de los shocks de Nixon, tales como el viaje secreto a China y el abandono del patrón oro modificado en el verano de 1971.
Japón se vio así relevado de ser
peticionado a tomar una posición que deseaba evitar.
Y más tarde, permaneció al margen,
observando cómo los inescrutables occidentales se despedazaban buscando la
forma de mejorar su amistad.
Y una vez que la máquina comenzaba a
resbalar, aceleraban la caída al precipicio antes que frenar a tiempo.
Kissinger, Henry; Mis Memorias
(Years of Upheaval), Tomo II, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1982, Pág.
130.
JEFE
Los jefes se
hacen más por el ejemplo que por el mando, pues si son animosos y
notables, si actúan resueltamente en la batalla, adquieren el poder a causa de
la admiración.
Vico, Giambattista; Ciencia Nueva,
Tomo II, volumen N° 98, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985,
Pág. 40.
JUEGOS
El fin consiste en disponer una
imagen sobre la cual podamos medir tendencias y situaciones de nuestro tiempo.
Será un juego de laboratorio, pero
nadie ha dicho nunca seriamente que los juegos sean inútiles.
Jugando el niño aprende a estar en
el mundo, justamente porque simula aquello que después estará obligado a hacer
de veras.
Eco, Umberto; La Estrategia de la
Ilusión, Editorial Lumen, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1987, Pág. 91.
JUICIO DE VALOR
Si alguien desea influir en otra
persona de modo que oriente sus sentimientos hacia un punto dado, en
consonancia con las propias, hay varias formas de proceder.
Por ejemplo, se puede llamar la atención hacia determinados hechos que se supone
que él ha descuidado; y, según he señalado ya, creo que muchas de las
que pasan por discusiones éticas son procedimientos de este tipo.
Pero también es posible influir en
los otros mediante una conveniente elección del
lenguaje emotivo; y esta es una justificación práctica del uso de
expresiones normativas de valor.
Al mismo tiempo, debe admitirse que
si la otra persona persiste en mantener una actitud contraria, pero sin
disputar ninguno de los hechos pertinentes, se ha alcanzado un punto en el que
la discusión no puede prolongarse.
En este caso, no tiene sentido
preguntar cuál de los puntos de vista en conflicto es el verdadero.
Porque, como la expresión de un
juicio de valor no es una proposición, la cuestión de la verdad o la falsedad
no se plantea aquí.
Ayer, Alfred J., Lenguaje, verdad y
lógica (1946), Colección Historia del Pensamiento, Volumen 44, Hyspamérica
Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1984, Pág. 26.
JUVENTUD
Se puede llegar a ser hábil,
adquirir un gran número de conocimientos y la rutina de una profesión y
procurarse una educación para alcanzar los propios fines particulares.
Pero es muy otra cosa moldear el
propio espíritu para su fin más alto y trabajar para realizarle.
Esperemos que la juventud de nuestro
tiempo estará animada del deseo de algo mejor, y que no quedará satisfecha con
un saber superficial, con la sobra del verdadero saber.
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich,
Lógica (1817), Primera Parte, Colección Historia del Pensamiento, Volumen 52,
Hyspamérica Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1985, Pág. 22.
LEALTAD
La jornada europea fue mi primera
introducción a estos ritos de un viaje presidencial y a las cabriolas de los
hombres de avanzada: ellos eran individuos prolijos, eficientes y disciplinados
que Haldeman (Jefe de Personal del gobierno del presidente 37 Richard Nixon) elegía orgullosamente en
agencias de publicidad y puestos de ejecutivos junior.
Algunos trabajaban «full time» como
hombres de avanzada, otros eran voluntarios cuyo empleo principal estaba en el
sector privado.
Lo que les faltaba en ideales y
antecedentes, lo compensaban en diligencia.
Más tarde se haría evidente lo débil
que era el compromiso con el futuro de esas personas sin pasado.
Aquellos cuya lealtad principal es
hacia su propio progreso, no tienen escrúpulos cuando esa carrera está
amenazado.
Durante el período de Watergate (escándalo que terminó con la
renuncia de Nixon a la presidencia de
los Estados Unidos), esto produjo el
poco edificante espectáculo de una carrera hacia los botes salvavidas en la que
cada pequeño Cesar buscaba salvarse
empujando por la borda a sus hermanos de sangre.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 67.
LEALTAD en las Crisis
Un importante ejemplo observado con
frecuencia es el comportamiento de las organizaciones que enfrentan una crisis
de supervivencia, cuando la resistencia cultural y política se elimina mientras
dura la crisis y todos reúnen sus fuerzas para asegurar la supervivencia de la
organización.
Algo igualmente bien documentado es
el restablecimiento de las presiones culturales y políticas una vez que la
supervivencia parece segura.
Denominamos a este fenómeno
expresión de lealtad negativa a la organización, con la cual la resistencia
disminuye en proporción a la inminencia percibida de una crisis de
supervivencia.
Ansoff, Harry Igor; McDonell Edward
J.; La Dirección Estratégica en la Práctica Empresarial (en inglés “Implanting
Strategic Management, 1990), Addison Wesley Iberoamericana SA, México, 1998,
Pág. 435.
LEALTADES
Cosa es muy clara y manifiesta que
en la república que ha de ser bien administrada, ha de haber provisión de las
cosas necesarias; más de qué modo la haya no es cosa que se pueda entender a la
ligera, porque la gente de servicio, que en Tesalia
llaman Ponestia, se ha rebelado
muchas veces contra los mismos tesalios, y de la misma manera los siervos
contra los lacedemonios.
En cambio, nada les ha sucedido a
los de Creta, lo cual se explica
porque las ciudades comarcanas, aunque hayan tenido guerras entre sí, ninguna
ha prestado socorros a los rebeldes, pues como ellas también tienen granjas y
casas de administración, no les conviene hacerlo así.
Mientras, que los ladecemonios
tenían por enemigos a todos los pueblos vecinos (argivos, mesenios y arcadios),
pues aún contra los de Tesalia se
rebelaron al principio por verles envueltos en guerra con sus vecinos los aqueos, perrebos y magnesios.
Parece que si no hubiese otra
dificultad que la del cuidado de los siervos, constituiría una muy grave
pesadumbre.
Porque si los halagáis se
ensoberbecen y se tienen por tan buenos y dignos de tanta honra como los
señores, y si son maltratados hacen veinte traiciones y aborrecen al señor.
Aristóteles, Política, Tomo I,
volumen N°99, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 91.
LECTORES
Muchos lectores, (alumnos, público)
recelosos y malignos, al ver el distanciamiento, fastidio y, digámoslos, mala
intención con que trato aquí el noble juego del fútbol, albergarán la vulgar
sospecha de que yo no quiero al fútbol, porque el futbol no me ha querido a mí.
Es decir, creerán que he pertenecido
a esa categoría de niños o adolescentes que, apenas tocan el balón, admitiendo
que lleguen a ello, lo lanzan dentro de su propia portería o, en el mejor de
los casos, lo pasan al adversario, cuando no lo manda, con tenaz obstinación
fuera del campo, más allá de setos y vallas, perdido en cuevas y arroyos o
ahogado entre varias fragancias en el carrito de los helados, de modo que sus
compañeros no lo quieren consigo y lo excluyen de las ocasiones agonísticas más
alegres.
Ninguna sospecha habrá sido nunca
más lucidamente cierta.
Eco, Umberto, La Estrategia de la
Ilusión, Editorial Lumen, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1987, Pág. 248.
LEGALIDAD
(El Juez hablando a su ayudante
dice) “…es necesario, mi joven amigo, que se convenza usted de que la mejor
regla de moral pública y privada es dar a nuestros actos, por arbitrarios e
injusto que ellos sean, cierto carácter de legalidad y justicia, que nos gane
un buen concepto de los tontos, que son los que más abunda.”
Mansilla, Eduarda; El Médico de San
Luís, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1962, Pág. 66.
LEGISLACIÓN
La plebe romana, del mismo modo que
la ateniense, dictaba siempre leyes particulares porque no era capaz de
dictarlas universales.
A tal desorden Sila, cabecilla de los nobles, después de vencer a Mario, que había sido el cabecilla de la
plebe, puso un poco de remedio mediante las (llamadas) “cuestiones perpetuas”.
Pero cuando renunció a la dictadura,
volvieron a multiplicarse las leyes particulares como antes, según narra Tácito.
No hay vía más expedita que tal
multitud de leyes para acceder a la monarquía, como advirtieron los políticos.
Y por ello Augusto hizo leyes en gran cantidad, y los príncipes que le
siguieron se sirvieron sobre todo del senado para hacer (leyes) de razón
privada (es decir a pedido de ciertos particulares).
Vico, Giambattista; Ciencia Nueva,
Tomo II, volumen N° 98, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985,
Pág. 40.
LEGÍTIMIDAD e ILEGITIMINDAD
(…) Se me contesta que la sociedad
está constituido de tal modo que cada hombre gana con servir a los otros,
replicaré que esto estaría muy bien si no ganase más con perjudicarlos.
No hay beneficio legítimo que no sea
excedido por el que puede obtenerse ilegítimamente, y el perjuicio causado al prójimo
siempre es más lucrativo que el servicio prestado.
No se trata, por lo tanto, más que
de hallar los medios de asegurarse la impunidad¸ y a esto es a lo que consagran
los poderosos todas sus fuerzas y los débiles todas sus astucias.
Rousseau, Jean Jacques; Discurso
sobre el origen de la desigualdad entre los hombres y El Contrato Social,
volumen N° 35, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1984, Pág. 71.
LIBERALISMO
El resultado más importante del
liberalismo ha sido probablemente el aumento de la separación entre ricos y
pobres.
Esto se pretendió que fuera el
“precio a pagar” para “devolver su vigor” a Estados
Unidos.
Un precio muy elevado para un
resultado económico mediocre.
Pero sobre todo, a pesar de la
recuperación, y contrariamente a lo que esperaban los teóricos del supply side
(economistas del lado de la oferta), el número de pobres no ha disminuido en el
curso de los últimos diez años.
Incluso ha aumentado ligeramente,
mientras se triplicaba el número de los millonarios en dólares.
En cuanto a los ingresos de los 40
millones de norteamericanos más pobres, se calcula que han disminuido en un 10
% en diez años.
Y, si se define como “pobres” a
todos los que disponen de ingresos inferiores a la mitad del promedio nacional,
entonces se constata que la población norteamericana cuenta actualmente con un
17% de pobres, frente a 5% de la República
Federal de Alemania y los países escandinavos, 8% en Suiza y 12% en Gran Bretaña.
Y estas estadísticas no toman en
cuenta a los inmigrantes clandestinos.
Albert, Michel; Capitalismo contra
capitalismo, Editorial Paidós SAICF, Buenos Aires, 1992, Pág. 49.
LIBRE ALBEDRÍO Y DECISIONES
No te he dado ni rostro ni lugar
alguno que sea propiamente tuyo, ni tampoco ningún don que te sea particular,
¡oh, Adán!, con el fin de que tu
rostro, tu lugar y tus dones seas tú quien los desee y los conquiste.
No te he hecho ni celeste ni
terrestre, ni mortal ni inmortal, para que tú mismo¸ como un hábil escultor, te
forjes la forma que prefieras.
Della Mirandola, Pico; De la
Dignidad del hombre, Editorial Nacional, Madrid, 1984, pág. 105.
LIDERAGO TOTAL EN COSTOS BAJOS
Cuando los productos confiables y el
líder en costos (bajos) determinan la participación en el mercado, la empresa
logra el éxito si mantiene sus productos poco diferenciados y concentra sus
energías en la reducción al mínimo de los costos de producción.
Sin embargo, cuando la turbulencia
es elevada y la innovación de productos es frecuente, el éxito depende de la
diferenciación de productos y el marketing intensivo, ya que la adhesión a una
sola estrategia de productos conduce a una pérdida de la posición competitiva.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 497.
LIDERAZGO
La diferencia entre los líderes
grandes y los comunes es menos el intelecto formal que la perspicacia y el
valor.
El gran hombre comprende la esencia
de un problema; el líder común ve sólo los síntomas.
El gran
hombre sólo se concentra en la relación de unos hechos con otros; el
líder común sólo ver una serie de acontecimientos en apariencia no conectados
entre sí.
El gran hombre tiene una visión del
futuro que le permite poner obstáculos en perspectiva; el líder común convierte
las piedritas en el camino en canto rodado.
Kissinger, Henry; Mis Memorias
(Years of Upheaval), Tomo II, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1982, Pág.
541.
LIDERAZGO
En Pepsi USA sabemos que la manera de llegar a ser el número uno es
pensar siempre como si fuéramos el número dos.
Hacer las cosas hoy, y
hacerlas uno mismo.
Llamar por teléfono en
lugar de escribir.
(…) No nos andamos con
formalismos. Telefoneamos en lugar de
mandar memorándums. Hablamos de
negocios en los pasillos y en los cuartos de baño.
Cuando hay sucesos extraordinarios y
necesitamos enviarle alguna cosa a un colega, no esperamos al mandadero sino
que la llevamos nosotros mismos.
(…) Estamos comprometidos a cambiar
constantemente las reglas del juego. A
pensar, planear y actuar como el número dos, por grande que sea el éxito que
logremos.
Enrico, Roger; Kornbluth Jesse; La
Guerra de las Colas, Editorial Norma SA., Bogotá, Pág. 107, 198, 357.
LIDERAZGO
Sin duda las grandes ideas requieren
creatividad.
Y en las compañías grandes lo más
difícil para un presidente es logar que los empleados constantemente piensen y
actúen en forma creativa.
El hecho es que todo individuo tiene
un enorme potencial creativo. La dificultad está en encontrar el valor de
utilizarlo.
Ayudar a su gente a encontrar ese
valor, abrir ventanas, retarla, estimularla para
que se atreva y sueñe, esa es la responsabilidad del que dirige.
Cuando hay sucesos extraordinarios y
necesitamos enviarle alguna cosa a un colega, no esperamos al mandadero sino
que la llevamos nosotros mismos.
Enrico, Roger; Kornbluth Jesse; La
Guerra de las Colas, Editorial Norma SA., Bogotá, Pág. 107.
LIDERAZGO
El liderazgo centra la atención en
hacer las cosas apropiadas; la dirección centra su atención en hacer las cosas
bien.
El liderazgo se asegura de que las
escaleras por las que subimos se apoyen contra la pared apropiada; la dirección
se asegura de que subamos las escaleras del modo más eficaz posible.
La mayoría de los directivos y
ejecutivos actúan dentro de los paradigmas o modos existentes de pensamiento.
Pero los líderes tienen el valor de
poner de manifiesto esos paradigmas, de determinar las suposiciones y
motivaciones y motivaciones subyacentes y de ponerlos en cuestión, preguntando
“¿todavía es cierto esto?”
Covey, Stephen R.; en El Líder del
Futuro (1996), compilado por F. Hesselbein; M. Goldsmith y R. Beckhard,
Ediciones Deusto SA., Buenos Aires, 2005, Pág. 182.
LIDERAZGO
Cuando el liderazgo se considera un
conjunto de rasgos de carácter que no pueden aprenderse o como el equivalente a
una posición elevada, se crea una de las profecías que se cumplen a sí mismas y
que condena a las sociedades a tener sólo unos cuantos buenos líderes.
Es mucho más sano y más productivo
para nosotros empezar con la suposición de que a todo el mundo le es posible
liderar.
Si suponemos que el liderazgo puede
aprenderse, podemos describir los muchos buenos líderes que existen en
realidad.
El liderazgo pude exhibirse en nombre
de la escuela, de la iglesia, de la comunidad de los Boy Scouts o de las Girl
Scouts, del sindicato o de la familia.
En algún lugar, alguna vez, el líder
que hay en cada uno de nosotros puede sentir la llamada de dar un paso hacia
adelante.
No debemos inducir a error a
personas haciéndoles creer que pueden alcanzar objetivos poco realistas. Tampoco debemos suponer que sólo unos
cuantos alcanzarán alguna vez la excelencia en el liderazgo o en algún otro
empeño humano.
Los que tienen un mayor éxito en
sacar lo mejor de los demás son las personas que fijan objetivos alcanzables,
que los amplían y que creen que poseen la aptitud de dar un mayor impulso a los
talentos de los demás.
Kouzes, James M. y Posner Barry Z.;
en El Líder del Futuro (1996), compilado por F. Hesselbein; M. Goldsmith y R.
Beckhard, Ediciones Deusto SA., Buenos Aires, 2005, Pág. 141.
LÍDERAZGO
Charles
R. Flint,
el fundador de lo que sería más tarde la IBM,
por aquel entonces era conocido como el más hábil financista de Wall Street.
Lo llamaban el Rey del Trust. Era un
hombre pequeño, de perilla y patillas, de unos sesenta y cinco años de
edad. Había desempeñado un papel clave
en la creación de la United States Rubber
Company, tenía inversiones en las industrias automovilística y aeronáutica,
y había ganado y perdido fortunas negociando en armas.
Durante la guerra ruso-japonesa de
1904, había sido agente de compras del zar.
Flint contrató a mi padre como gerente de
la Computin-Tabulating-Recording Company
o CTR, un pequeño conglomerado que
había organizado en 1911, y vendía una variedad de productos que Flint consideraba más o menos “afines”:
balanzas, cronómetros y máquinas tabuladoras.
El concepto de negocio era bueno,
pero Flint había recargado el balance
general con una deuda tan cuantiosa que la compañía estaba en peligro de
hundirse.
Sus 1200 empleados estaban
confundidos y desmoralizados, y en la junta directiva se hablaba sombríamente
de liquidación.
Flint, que formaba parte de dicha junta,
resolvió tomar las cosas en sus manos y conseguir un gerente que fuera capaz de
redimir la CTR, o por lo menos de
permitirles a los accionistas salvar unos pocos centavos de sus dólares.
Watson, Thomas J., Padre, Hijo &
Cía., Grupo Editorial Norma SA, Bogotá, Colombia, 1991, Pág. 15.
LIDERAZGO
Además de una carpeta de discursos, Nixon (Presidente 37 de los Estados Unidos) tenía voluminosos libros
de información preparados para él por mi equipo y el del Departamento de Estado.
Incluían un documento general
conceptual que explicaba nuestros objetivos, la estrategia para alcanzarlos, y
su relación con nuestra política exterior general.
Había además «puntos de
conversación» para cada país en los que se discutían los temas que “probablemente” surgirían, y material biográfico sobre
los líderes a quienes conocería.
En deferencia a las predilecciones
del presidente, los puntos de conversación trataban de convertir cada
encuentro, hasta el mayor grado posible, en una pieza
con guion predeterminado.
Se dividían los temas que probablemente
sacarían a colación las diversas personalidades; enumeraban las respuestas
sugeridas y advertían qué temas delicados debían ser evitados.
Yo había adquirido ya cierta
experiencia en la importancia que estos preparativos tenían para Nixon.
Un encuentro con cualquier persona
nueva llenaba a Nixon de un temor
indefinido.
Sentía miedo a verse ante una
pregunta inesperada, algún tema no previsto o alguna línea de discusión para la
que no estuviera preparado, y que pudiera hacerle aparecer menos en control de
los acontecimientos de lo que requería la imagen que tenía de sí mismo.
Por lo tanto, insistencia en recibir
papeles preparatorios que describieran en meticuloso detalle cualquier curso posible de conversación.
Pero como Nixon no quería admitir que necesitaba ser orientado, se imponía la
extraordinaria disciplina de aprender de memoria esos
memorándums.
Y para demostrar lo bien que lo
hacía, además de jugar los jueguitos que tanto le deleitaban, se mantenía lo
más cerca posible del borde de lo que se le había aconsejado evitar.
A veces actuaba muy bien, mientras
sus asesores cruzaban los dedos interiormente.
Nunca llegó a pasar el borde del
precipicio.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 68.
LIDERAZGO
Yo era de la opinión de que, si se
daba la oportunidad, Rockefeller
debía integrar el gabinete; insistí, además, en que él sería más feliz como secretario de Defensa.
Pensaba que el Presidente electo casi con seguridad pondría en práctica su
anunciada intención de actuar como su propio Secretario de Estado.
Además, me parecía que el Departamento de Estado no ofrecía la
autonomía requerida por la personalidad de Rockefeller.
Como Secretario de Defensa, sería capaz de llevar a cabo sus planes
sobre seguridad nacional, que databan de décadas atrás.
Por el ejemplo de Robert McNamara, también creía yo que el
Secretario de Defensa podría
desempeñar un papel importante en el trazado de la política exterior.
Estaba debatiendo (con Rockefeller) estas consideraciones en
forma inconexa cuando fuimos interrumpidos por una llamada telefónica desde la
oficina del presidente electo.
Fue un punzante recordatorio de la
frustrada carrera de Rockefeller en
política nacional que quién llamaba fuera el secretario de entrevista de Nixon, Dwight Chapin, quien interrumpía
la conferencia de estrategia de Rockefeller
para pedirme a mí (y no a Rockefeller)
que me reuniera con su jefe.
En retrospectiva, es evidente que
esta llamada telefónica tornaba inútil nuestra discusión.
Nadie en el almuerzo imaginó que el
propósito de la llamada pudiera ser ofrecerme un cargo importante en la nueva
administración.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 20.
LIDERAZGO
Nixon era penosamente tímido.
Conocer a nuevas personas le llenaba
de un vago temor, especialmente si se trataba de personas que estaban en
posición de desairarle o contradecirle.
Como era su costumbre antes de
encuentros de este tipo, probablemente Nixon
se encontraba en una habitación contigua, tranquilizando sus nervios y
repasando sus comentarios, indudablemente, revisando notas en una libreta que
jamás dejaba ver a sus visitantes.
Cuando por fin Nixon entró en la habitación, lo hizo con un despliegue de
vivacidad que logró ocultar un extraordinario nerviosismo.
Se sentó en un sofá dando la espalda
a una ventana que se abría sobre la Quinta
Avenida, y me indicó que me sentara en un sillón frente a él (así la luz de
la calle deslumbraba al visitante pero no al anfitrión).
Sus modales eran casi tímidos; sus
movimientos eran ligeramente vagos y sin relación con lo que estaba diciendo,
como si detrás de palabras y gestos hubieran dos impulsos diferentes.
Hablaba en voz baja y suave.
Mientras lo hacía, bebía una tras
otra tazas de café que le traían sin que las pidiera.
Su tema era la tarea de instalar su
nuevo gobierno.
Tenía un masivo problema de
organización, dijo.
Tenía muy poca confianza en el Departamento de Estado.
El personal de mismo no tenía
lealtad hacia él; el servicio exterior lo había despreciado como vicepresidente
(cargo que había ocupado durante la presidencia de Eisenhower) e ignorado no bien quedó fuera del cargo (al terminar
aquél su mandato).
Estaba decidido a dirigir la
política exterior desde la Casa Banca.
Pensaba que la administración Johnson (la inmediata anterior) había
ignorado a los militares y que sus procedimientos para la toma de decisiones no
daban al presidente opciones reales.
Sentía que era imperativo excluir a
la CIA de la formulación de la
política; el personal de la misma estaba constituido por liberales de
universidades prestigiosas, que tras una fachada de objetividad analítica,
impulsaban, por lo general, sus propias preferencias.
Siempre se le habían opuestos
políticamente.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 22.
LIDERAZGO
El temor de Nixon a los desaires lo llevaba a hacer propuestas en forma tan elíptica
que a menudo era difícil saber lo que estaba tratando de decir, si es que en
realidad estaba sugiriendo algo.
Después de contactos frecuentes
llegué a entender mejor sus sutiles rodeos; aprendí que, para Nixon, las palabras eran como bolas de
billar; lo que importaba no era el impacto inicial sino la carambola.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 23.
LIDERAZGO
Para indicar que la conversación se
acercaba a un final, Nixon apretó un
botón.
Apareció un hombre de aspecto
formal, acicalado, con el pelo bien corto, que fue presentado como Bob Haldeman.
Nixon dijo a Haldeman que hiciera instalar una línea telefónica directa con mi
oficina en (la Universidad de) Harvard a fin de que el presidente
electo pudiera continuar más tarde la conversación.
Haldeman anotó esta curiosa solicitud, que
presuponía la ausencia de conexiones telefónicas normales entre Nueva York y Cambridge, en una libreta.
Nunca hizo nada para instalar la
línea.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 23.
LIDERAZGO
La visita a Alemania Occidental (República Federal de Alemania) concluyó con
una excusión a Berlín.
Enormes multitudes saludaron la caravana
presidencial, pero Nixon (Presidente de
los Estados Unidos 1968-1974) no las tuvo todas consigo pues le preocupaba
que la recepción popular fuera comparada desfavorablemente con la que se le
brindó a Kennedy en 1963.
Solamente después de que se le
aseguró repetidas veces que no había lugar a comparaciones desfavorables, se
relajó algo.
Advertí que la ruta de la caravana
tenía forma de “S” a fin de que las
“multitudes” pudieran trasladarse rápidamente de una calle a otra.
Me dijeron que esta treta se usó
durante la visita de Kennedy.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 83.
LIDERAZGO
Nadie podía dejar de sentirse
impresionado por su dedicación, intensidad, experiencia y sabiduría.
Harriman (Averell, antiguo embajador y representante de la presidencia de los
Estados Unidos), era el último
estadista en actividad que había tratado personalmente a los grandes líderes de
la Segunda Guerra Mundial: Churchill,
Roosevelt y Stalin.
Su paciencia y resistencia se debía
en parte a su vigor, pero en un sentido más hondo, ese vigor reflejaba un
intelecto joven y vital.
No emprendía ninguna misión en la
que no creyera profundamente; tendía a hacer de cada misión una cruzada
personal.
Si no alcanzó los altos cargos para
los cuales indudablemente lo calificaba su talento, fue en parte debido a la
inseguridad que su poderosa personalidad despertaba en hombres inferiores y en
parte debido a su tendencia a convertirse en apasionado portavoz de su mandato
del momento, a veces con exclusión de consideraciones de mayor alcance.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 189.
LIDERAZGO
Una mañana me mostró una hoja de
papel amarillo rayada sobre la que había anotado los diferentes pros y contras;
yo saqué una hoja amarilla similar de mi bolsillo.
Habíamos llegado prácticamente a las
mismas conclusiones, tal vez eso fue así porque habíamos repetido muchas veces verbalmente
el uno al otro.
Pero en los días anteriores al
anuncio de esta fatídica decisión de los primeros tiempos de su presidencia, el
presidente Richard Nixon (Presidente 37
de los Estados Unidos 1968-1974) estuvo prácticamente sólo, sentado en la penumbra
de su habitación del Edificio de Oficinas
del Ejecutivo, con el tocadiscos funcionando y dejando oír suave música
neoclásica, reflexionando, analizando, reuniendo sus pensamientos y su furia.
La retórica “churchilliana” (del Primer Ministro inglés Winston S. Churchill durante la Segunda Guerra Mundial) que emergió
reflejaba menos la importancia presente de la decisión que su indudable sentido
de desafío ante lo que sabía se convertiría en una colosal controversia sobre
una decisión que él profundamente creía era correcta, y para la cual había
recibido poco apoyo de parte de sus (ministros).
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 353.
LIDERAZGO DEL FUTURO
El líder que trate de saberlo todo y
de decirle a todo el mundo lo que tiene que hacer estará condenado al fracaso.
El líder que crea que sólo existe un
mejor modo de hacer las cosas e intente redactar procedimientos detallados no
tendrá ninguna posibilidad de triunfar.
El líder del futuro necesitará
implicar continuamente a otros y aprender de ellos. Desgraciadamente, a medida que ésta
necesidad aumenta, el tiempo disponible para hacerlo disminuye.
A medida que la cantidad de
información que se pone a disposición del líder aumenta, el tiempo para
analizarla disminuye.
El líder del futuro tendrá que ser
capaz de centrar sus atención eficazmente y priorizar. En un período de rápido cambio el centrar
la atención y la frecuencia de las interacciones pueden ser cosas más críticas
que la duración de las interacciones.
Goldsmith, Marshall; en El Líder del
Futuro (1996), compilado por F. Hesselbein; M. Goldsmith y R. Beckhard,
Ediciones Deusto SA., Buenos Aires, 2005, Pág. 264.
LIDERAZGO DEL FUTURO
El líder del futuro será un líder en
todos los campos de su vida, especialmente de la vida familiar. Las enormes necesidades y oportunidades de
la sociedad exigen una gran responsabilidad hacia el servicio.
No hay ningún lugar donde este
espíritu de servicio pueda ser cultivado como en el hogar. El espíritu del hogar, y también el de la
escuela, es el de preparar a los jóvenes para salir y servir.
Se supone que la gente ha de
servir. La vida es una misión, no una
carrera.
Todo el espíritu de esta filosofía
debe impregnar nuestra sociedad.
Creo también que es una fuente de
felicidad, porque la felicidad no se consigue directamente,
Llega como un subproducto del
servicio. Podemos obtener placer
directamente, pero es pasajero.
Covey, Stephen R.; en El Líder del
Futuro (1996), compilado por F. Hesselbein; M. Goldsmith y R. Beckhard,
Ediciones Deusto SA., Buenos Aires, 2005, Pág. 187.
LIDERAZGO DEL FUTURO
En muchos casos, el líder del futuro
será el mismo que el líder del presente.
No habrá ningún cambio de personal,
sino más bien un cambio interno: la persona se convierte en el líder del futuro
mediante una transformación de dentro afuera.
¿Qué es lo que impulsa a los líderes
a cambiar y a estar más centrados en los principios?
Creo que la principal fuente de
cambio personal es el sufrimiento.
Este sufrimiento puede proceder de
la decepción, el fracaso, la muerte, la perturbación y la ruptura de las
relaciones con la familia o los amigos, el abuso de confianza, la debilidad
personal, el desaliento, el aburrimiento, la insatisfacción, la falta de
saludar, las consecuencias de decisiones deficientes, la soledad, la
mediocridad, el temor, el estrés económico, la inseguridad en el puesto de
trabajo o la falta de equilibrio en la vida.
Si no se experimenta sufrimiento,
sufrimiento, rara vez hay suficiente motivación o humildad para cambiar.
Lo más frecuente es que
sencillamente no se sienta esa necesidad.
Sin sufrimiento personal, la gente tiende a estar demasiado
profundamente instalada en sí misma, y en su mundo como para levantarse por encima
de sus propios intereses o de la política de las cosas corrientes.
Covey, Stephen R.; en El Líder del
Futuro (1996), compilado por F. Hesselbein; M. Goldsmith y R. Beckhard,
Ediciones Deusto SA., Buenos Aires, 2005, Pág. 184.
LIDERAZGO EN PELIGRO INTERMINABLE
(Complejidad)
Cada vez encontramos un número menos
de circunstancias en que los gestores en tiempo de paz pueden tener éxito
porque, en conjunto, las condiciones de tiempo de paz han terminado.
En esta era de mundialización, “el
peligro en la zona de comodidad” ha sido sustituido por la necesidad de
encontrar la comodidad en un peligro interminable.
(…) Sencillamente, tanto si se está
dentro de un país como si se está entre diferentes naciones, la distancia y el
tiempo son cada vez menos importantes.
El resultado es que todo el mundo ha
perdido o perderá la protección de la distancia y el tiempo le proporcionaban.
Cada vez más, ya no importa en
realidad dónde se trabaja. Esto da
lugar a un mayor número de oportunidades y a una mayor competencia.
En una economía sin fronteras, se
puede llegar a nuevos clientes; pero con la misma facilitad accederán los
competidores a nuestros clientes.
Cuando examino las organizaciones
que están luchando con las transiciones turbulentas actuales, encuentro seis cosas
que los líderes deben hacer que parecen especialmente críticas para crear un
sentido de fuerte liderazgo y alcanzar el éxito.
Los líderes deben:
(1) definir la actividad de la
empresa,
(2) crear una estrategia decisiva,
(3) comunicar con persuasión,
(4) comportarse con honradez,
(5) respetar a los demás
y
(6) actuar.
Bardwick Judith M.; en El Líder del
Futuro (1996), compilado por F. Hesselbein; M. Goldsmith y R. Beckhard,
Ediciones Deusto SA., Buenos Aires, 2005, Pág. 162, 163, 164.
LIDERAZGO FACILITADOR
Comprendimos esto durante una
conversación con alguien que ejemplifica el liderazgo que no depende del cargo
que se ocupa: Ted Jenkins, un
ingeniero superior de Intel Corporation.
Ted
Jenkins
se enorgullece de haber sido la sexta persona contratada por la empresa, no se
sienta en su comité ejecutivo ni su título parece cualificarle como sujeto de
un estudio de liderazgo.
No obstante, es la clase de líder
que yo creo que va a desempeñar un papel cada vez más importante en los
próximos años.
Posee un profundo conocimiento de su
empresa; sus ideas acerca de ella son de naturaleza filosófica, y él influye en
quienes le rodean para trabajar de una manera más eficaz e innovadora.
Debido que ha tenido una experiencia
laborar directa con tantas personas de la empresa a lo largo de los años,
conoce sus aptitudes y utiliza ese conocimiento para dirigir los recursos hacia
donde se necesitan.
Es un facilitador de poder que ayuda
a determinar cómo se consigue realmente que el trabajo se haga.
Helgensen, Sally; en El Líder del
Futuro (1996), compilado por F. Hesselbein; M. Goldsmith y R. Beckhard,
Ediciones Deusto SA., Buenos Aires, 2005, Pág. 52.
LIDERAZGO y COMPLEJIDAD
Robert
Greenlaff
sostiene el modelo del “líder como servidor”, que encaba bien en la organización
in puestos de trabajo.
Es importante comprender que no hay
nada inherentemente “mejor” o “superior” en esta clase de liderazgo.
Con harta frecuencia, en la
literatura sobre el tema se adopta un tono moralista y se deja a la gente la
impresión de que la participación es algo próximo a la santidad, cuando en
realidad es simplemente un instrumento distinto para una tarea distinta.
Si se tiene una organización llena
de titulares de puestos de trabajo y un marco jerárquico para mantenerlos en su
sitio, el líder patriarcal usual da buen resultado.
O lo da mientras la organización no
esté expuesta a un ambiente que cambia de un modo constante y radical.
Bridges William, en El Líder del
Futuro (1996), compilado por F. Hesselbein; M. Goldsmith y R. Beckhard, Ediciones
Deusto SA., Buenos Aires, 2005, Pág. 45.
LIDERAZGO y CRISIS
Algunos imaginan el control de
una crisis como un enloquecido asunto en
el que los hombres clave de la política convergen sobre la Casa Blanca en sus automóviles, en el que desesperados funcionarios
son bombardeados por nerviosos ayudantes que corren de un lago a otro con los
cables de las últimas noticias.
Curiosamente, he descubierto que
esto no es correcto; los periodos de crisis, ciertamente, involucran una gran
tensión, pero también se caracterizan por una extraña tranquilidad.
Todos los pequeños detalles
cotidianos son eliminados: se los ignora, se los pospone, o son manejados por
los subordinados.
Los choques de personalidades son
reducidos; demasiadas cosas están en juego como para que
operen los celos normales.
En una crisis sólo los fuertes luchan por obtener responsabilidad;
el resto se siente intimidado pues sabe que el fracaso requerirá un chivo
expiatorio (¡¡y no quieren ser ellos!!).
Muchos se esconden detrás de un
consenso al que se negarán a dar forma; otros se concentran en el registro de
objeciones (el archivo) que proveerán las excusas después del acontecimiento
(si las cosas salen MAL).
Los pocos dispuestos a vérselas con
las circunstancias permanecerán generalmente no perturbados en el ojo del
huracán.
Alrededor de ellos todo es
conmoción; ellos actúan en soledad y con una gran quietud que se convierte, al
acercarse la resolución, en agotamiento, excitación o desesperación.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 417.
LOGROS
El ejecutivo auténtico se complace
en promover y controlar los hechos, en tomar responsabilidades y tener el
mérito de los resultados, en adoptar decisiones importantes aunque sean arriesgadas.
El ejecutivo nato es un propulsor de
tareas al que le gusta escuchar el zumbido de la maquinaria.
Lo apasiona poder aceptar un trabajo
con un mínimo de instrucciones, realizarlo en tiempo record y sorprender a la
dirección superior cuando le comunica despreocupadamente que el objetivo ha sido cumplido.
George
Fry
me explicó: “El buen ejecutivo tiene la capacidad de lograr que las cosas se
hagan en forma eficiente, rápida y callada, sin muchos escándalos y revuelos.
Packard, Vance, Los Trepadores de la
Pirámide, Editorial Sudamericana SA, Buenos Aires, (1962)1971, Pág 209.
MANDAR y OBEDECER
Porque estos tales no pueden diferir
en sólo más y menos; pues el mandar y obedecer difieren en especie, y decir que
en uno se requiera virtud y en el otro no, parecerá cosa fuera de razón.
Porque si el que manda no es
templado ni justo, ¿cómo mandará bien y cómo debe?
Además, el que ha de ser regido,
¿cómo dejará regirse bien?
Porque si es disoluto y cobarde,
ninguna cosa hará como conviene.
Aristóteles, Política, Tomo I,
volumen N° 99, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 53.
MANIOBRABILIDAD, EFICACIA y
EFICIENCIA
El objetivo básico es organizar la
integración de las áreas funcionales para aprovechar las habilidades
distintivas en una unidad de negocios determinada y la integración de todas las
unidades de negocio entre sí.
Esto se consigue si se aborda el
tema como una plataforma intelectual que permita disponer de una metodología
con la que unidades de negocio, divisiones, funciones y actividades se integren
sistemáticamente en forma unidireccional.
Mientras que la empresa es
“eficiente” en base a cómo convierte inputs en outputs, es “efectiva” en la
medida en que logra objetivos prestablecidos.
Es esta característica, el abordaje proactivo
del cambio, lo que hace que el proceso deba enfocar los propósitos
organizacionales globales con una orientación de “futuridad” en la que se tome
seriamente en cuenta el entorno.
En este nivel, en el que las
decisiones son menos estructuradas y las elecciones más inciertas, la
estrategia busca apoyar y orientar el “juicio empresario” en el tema de máxima
relevancia: la maniobrabilidad de la empresa hacia el futuro.
El proceso será efectivo y eficiente
sí y sólo sí es realmente conceptualizado como formando un sistema.
Levy, Alberto; La Rutina y la
Ruptura, Editorial Tesis, Buenos Aires, 1990, Pág. 158.
MARKETING
El concepto de marketing era directo
y sencillo: la empresa que ofreciera un producto establecido al menor precio
sería la que ganaría.
Henry
Ford
resumió en forma breve este concepto en respuesta a una sugerencia a favor de la diferenciación de
los productos, diciendo a su personal de ventas: “denles el modelo T en cualquier color, con tal de
que sea negro”.
CLICK PARA VER |
Ansoff, Harry Igor; McDonell Edward
J.; La Dirección Estratégica en la Práctica Empresarial (en inglés “Implanting
Strategic Management, 1990), Addison Wesley Iberoamericana SA, México, 1998,
Pág. 4.
MATRICIAL
En muchas empresas que adoptaron la
forma de matriz, las deficiencias debidas a conflictos fueron lo
suficientemente frecuentes como para dar a esta forma una mala reputación.
Pueden utilizarse dos enfoques
complementarios para evitar estas deficiencias:
.a. La dirección corporativa debe
reconocer la realidad inevitable de los conflictos que surgen entre los centros
de rendimiento, prevenir su aparición y actuar para resolverlos antes que
empeoren.
.b. Una estructura secundaria de
responsabilidad y autoridad compartidas debe introducirse junto con la
estructura de matriz.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 365, 366.
MATRICIAL o AUTORIDAD DUAL
Los primeros ocho meses de su
gobierno dieron una prueba de la capacidad del presidente Frondizi para
adelantar su programa dentro de su anunciado marco de apertura y sujeción a la
ley.
Desde el comienzo mismo, mostró
capacidad para hacer concesiones destinadas a equilibrar los grupos de presión
y retener el control sobre el proceso de toma de decisiones.
Las designaciones para su gabinete
son un buen ejemplo.
Aunque hubiera preferido nombrar a Rogelio Frigerio, su asesor más
inmediato, como ministro de Economía,
era muy consciente de las consecuencias negativas que tal nombramiento podría producir
en las fuerzas armadas, donde se lo detestaba particularmente, así como en el
partido.
Por lo tanto, designó a una figura
prestigiosa, Emilio Donato del Carril,
ministro de Hacienda, pero creó un
nuevo puesto en la Presidencia para
Rogelio Frigerio.
Como secretario de Relaciones Socioeconómicas de la Casa de Gobierno, Frigerio tenía
jurisdicción directa sobre todas las negociaciones con inversores extranjeros y
acceso inmediato al presidente.
De manera similar Frondizi nombró a figuras importantes del
partido en la mayoría de los cargos del gabinete, pero asignó funciones claves
en la Oficina de la Presidencia a
miembros del grupo más allegado.
No es de sorprenderse, pues, que las
críticas a Frigerio se quejaran de un
doble sistema de autoridad en el gobierno: uno a través de los ministros del
gabinete, y el otro a través de la Secretaría
de Relaciones Socioeconómicas.
Potash, Robert A.; El Ejército y la
Política en la Argentina, 1945-1962, de Perón a Frondizi, Editorial
Sudamericana, Buenos Aires, 1983, Pág. 378 y 379.
MATRIZ DE PORTAFOLIO
En la práctica se observan tres
formas diferentes de manejar la cartera estratégica (el portafolio).
.1. Dirección por excepción: tan
pronto como se produzcan resultados financiero satisfactorios, los directores
de la unidad estratégica de negocios (de división o de una subsidiaria,
obviamente una divisional), desarrollan y ponen en marcha sus propios planes
estratégicos.
.2. Balance de la Cartera: los
directores corporativos examinan periódicamente los pronósticos de ganancia de
la unidad estratégica de negocios (UEN) y asignan reservas adicionales en
aquellas más prometedoras, reducen la inversión en las mediocres y desinvierten
en las que no serán rentables para la empresa (éstas son los perros del BCG).
La matriz del Boston Consulting
Group, en la medida que agregue la participación presente y futura en los
beneficios, describe toda la cartera de la empresa en una sola hoja de papel y
ofrece sugerencias para distribuir nuevamente los recursos estratégicos.
.3. Optimización de la Cartera: la
dirección empresaria formula una estrategia de cartera que especifica la
evolución de la misma con el paso del tiempo, nuevas adiciones de áreas
estratégicas de negocios, desinversiones, semejanzas y diferencias de AEN que
se mantendrán entre las diferentes AEN de la empresa.
Una diferencia importante entre la
optimización de la cartera y los métodos de dirección por excepción y balance
de la cartera es que la optimización utiliza la cartera histórica de AEN como
punto de partida para diseñar un futuro distinto para la empresa, mientras que
los otros dos aceptan la cartera histórica como el fundamento básico de los
negocios futuros de la empresa (y por tanto no tienen en cuenta eventuales
cambios en las mismas).
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 126.
MATRIZ DIVISIONAL
Al aumentar la necesidad de las
respuestas innovadora, empresarial y directiva, se realizaron modificaciones a
la forma divisional original, cada una de las cuales mejoró la respuesta
general, pero sólo a costa de violar el principio sagrado de unidad entra la
autoridad y la responsabilidad, y crear conflictos potenciales entre los
distintos centros de rendimiento (divisiones internas o unidades de negocio).
Cuando la forma divisional sufrió
las modificaciones descriptas anteriormente, también cambió sus
características.
La forma básica estaba estrechamente
relacionada con el “principio de unidad entre la autoridad y la
responsabilidad”; cuando se introdujo la modificación, la autoridad y la
responsabilidad se subdividieron tanto que el éxito de un director de centro de
rendimiento se determinaba en gran parte por medio de las variables controladas
por otros directores.
En reconocimiento de esta diferencia
básica, la forma divisional completamente desarrollada recibe el nombre
distintivo de matriz nacional (para nosotros divisional funcional global o
funcional nacional).
Al evolucionar la forma de matriz,
las contradicciones inherentes en la dirección de centros de rendimiento, cuyos
jefes superiores no poseen el control total sobre su propio rendimiento,
permanecían ocultas con frecuencia.
Los directivos corporativos (de la Casa Central) continuaron ejerciendo
presión sobre cada jefe del centro de rendimiento (sobre todo en Estados Unidos) para optimizar su propio
rendimiento y, al mismo tiempo, los exhortaban a cooperar con los otros
gerentes del centro de rendimiento cuyo rendimiento sólo podía optimizarse a
sus expensas.
(Por ejemplo, si el centro de
rendimiento de producción transfiere al costo su resultado a las divisiones de
marketing, su rendimiento será cero, mientras que el rendimiento de la división
de marketing aumentará en forma significativa.)
Como resultado, los conflictos
inherentes a cada nueva etapa de modificaciones realizadas en la forma
divisional básica permanecieron sin resolverse.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 369.
MATRIZ VECTOR DE CRECIMIENTO
Para lograr el éxito y sobrevivir a
corto plazo, las empresas deben lograr que sus productos y servicios sean
atractivos para sus clientes, lo cual significa llevar a cabo actividades
eficientes de manufactura, marketing y distribución, así como asegurar un
funcionamiento confiable después de las ventas.
Para sobrevivir y obtener éxito a
largo plazo, las empresas generalmente intentan aumentar y ampliar su
penetración en el mercado a través de la competencia intensa, la expansión de
su capacidad y la inversión en una mejor tecnología de producción.
Esta actividad, denominada actividad
operativa por algunos autores y actividad competitiva por otros, tiene el
objetivo de garantizar el rendimiento actual y futuro de las líneas de negocios
históricos de la empresa; como ya hemos visto, durante la primera mitad del
siglo XX, la actividad competitiva absorbió la mayor parte de los presupuestos,
así como la atención de la gerencia, y era muy productiva debido a que el
ambiente ofrecía oportunidades (casi) ilimitadas de crecimiento.
Durante la segunda mitad del siglo,
los límites del crecimiento disminuyeron progresivamente y, como resultado, la
empresa desvió su atención hacia una segunda actividad denominada actividad
estratégica, cuyo objetivo era cambiar sus negocios históricos por medio del
desarrollo de productos novedosos, el ingreso a mercados no atendidos
previamente y a la diversificación en nuevos negocios y tecnologías.
Durante la primera mitad del siglo,
la actividad estratégica recibió sólo un porcentaje mínimo del presupuesto y de
la atención de la gerencia y se limitó, en general a las modificaciones
progresivas de los productos; las discontinuidades estratégicas importantes se
consideraban trastornos que ocurrían sólo una vez y que se afrontaban en el
momento de su aparición.
Durante la segunda mitad del siglo,
la preocupación de la actividad estratégica aumentó progresivamente y, con
ella, el presupuesto estratégico creció a tal grado que la actividad se
convirtió en un competidor importante por la atención de la gerencia.
(…) Siempre que la nueva estrategia
requería nuevas habilidades tecnológicas, de marketing o producción, se
percibía y adaptaba rápidamente la necesidad de nuevas capacidades del taller;
no obstante, curiosamente, se descuidó la necesidad de nuevas capacidades
empresariales y el incremento del trabajo estratégico se situó por encima de
los retos operativos en evolución, creando de esta forma una sobrecarga en el
sistema de dirección.
(…) En forma previsible y en
ausencia de una capacidad adecuada, la actividad estratégica fue la que dio
prioridad al trabajo operativo en la mayoría de los casos, tan común era este
comportamiento que Herbert Simon, uno de los principales investigadores del
comportamiento de las organizaciones, formuló la “ley de la planificación de
Gresham”, la cual declara que las actividades operativas rutinarias,
repetitivas e históricamente conocidas tienden a desplazar a las actividades
estratégicas novedosas y episódicas.
Ansoff, Harry Igor; McDonell Edward
J.; La Dirección Estratégica en la Práctica Empresarial (en inglés “Implanting
Strategic Management, 1990), Addison Wesley Iberoamericana SA, México, 1998,
Pág. 178, 179, 180 y 444.
MEMORIA
Lo que constituye el carácter
mecánico de la memoria, es que aprehende los signos, los sonidos, etc., en su
relación puramente exterior y que les reproducen según la misma relación,
habituando así al espíritu a no fijar su atención sobre la significación y las
relaciones internas de las cosas.
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich,
Lógica (1817), Segunda Parte, Colección Historia del Pensamiento, Volumen 53,
Hyspamérica Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1985, Pág. 153.
MERCADO
En las economías de mercado, la
producción de bienes y servicios no constituye un fin en sí mismo, porque el
objetivo es maximizar los beneficios.
Estos beneficios no tienen por qué
provenir, obligatoriamente, de ingresos y costos adecuadamente valorizar, en
tanto los precios que se afrontan, no tienen la totalidad de los costos y
beneficios que cada bien produce, ni tienen en cuenta la totalidad de los usos
a los que pueden ser aplicados estos recursos.
A partir de ese punto, el mercado
que actúa libremente puede llevar a resultados que se alejen del óptimo desde
el punto de vista ambiental (o casi de cualquier otro), dando incentivos para
la utilización de recursos más allá de lo sustentable.
Girardín, Osvaldo; Valor y Precio en
Enoikos Revista de la Facultad de Ciencias Económicas, Año IV, N° 10, Mayo,
1996, Pág. 31.
MERCADO y COMPETENCIA
Las prácticas de fijación de precios
se habían ido formando desde los primeros días de la IBM.
Para fijar el canon de arrendamiento
de cada producto teníamos en cuenta nuestros propios costos de marketing y de
mantenimiento, y la tasa prevista de obsolescencia, todo lo cual se mantenía
cuidadosamente en secreto.
En manos del consultor de
administración John L. Burns, esta
información le habría permitido a la RCA
atacar por donde era más débil la línea de producto IBM, y evitar el ataque de donde éramos fuertes y podíamos rebajar
precios para mantener a raya a la competencia.
Tratamos de actuar de manera que a
los rivales bien financiados como la GE
(General Electric) y la RCA les pareciera demasiado arriesgado
el negocio de las computadoras.
Con este fin nos volvimos al extremo
sensibles a la menor incursión extraña en el mercado (“amenaza de nuevos
ingresos”)
La opinión general entre nuestros
vendedores era que si la GE lograba
un cinco por ciento del mercado, lograría también el ciento por ciento.
Si un vendedor perdía un cliente sin
haber prevenido con anticipación a su gerente de que es cuenta peligraba, se
exponía a una acción disciplinaria.
Los vendedores de la IBM tenían que rendir informes de ventas
de dos tipos; los primeros eran de rutina, los segundos, que se llamaban
informes especiales de cuenta, eran de dos colores: rosados para situaciones en
que la IBM competía con alguien para
ganar un cliente nuevo, y amarillos que representaban cuentas enfermas, cuando
el cliente no estaba satisfecho.
Estos informes se reunían y
analizaban minuciosamente por zona geográfica, por tipo de cliente y por tipo
de producto.
Junto con otras investigaciones, los
informes especiales nos permitían evalúan con mucha precisión la posición de la
competencia.
Watson, Thomas J., Padre, Hijo &
Cía., Grupo Editorial Norma SA, Bogotá, Colombia, 1991, Pág. 319.
METODOLOGÍA e INVESTIGACIÓN
(Un primer problema relacionado con)
la teoría de las normas culturales ha estado con nosotros durante muchos años,
pero todavía nadie ha intentado darle una estructura formal, probarla a fondo y
verificar sus áreas de aplicabilidad o sus limitaciones en forma sistemática.
En otras palabras, el desarrollo de
la Teoría de la Comunicación Masiva
ha estado a merced de manías y modas, según estas circulaban entre los
estudiosos, los críticos o las figuras políticas.
En los últimos años hubo más cuartos
menguantes que crecientes en comparación con otras teorías.
Hasta cierto punto, la falta de una
dedicación continuada al estudio de problemas teóricos fundamentales
relacionados con los medios, puede ser un producto de la historia de las
comunicaciones masivas como campo de investigación y estudio.
(…) Un segundo problema de
importancia, vinculada con estas teorías contemporáneas, ha sido sugerido.
Es decir, que si se las considera
dentro de una estructura de más rigurosos criterios no son casi teorías.
Esto no descarta su validez, este es
un tema que se dilucidará en el estadio de la investigación, pero señala el
hecho de que son meras simplificaciones y además, vagamente formuladas.
Necesitan ser rehechas por completo,
y vueltas a escribir como juegos sistemáticos de proposiciones que señalen lisa
y llanamente lo que se supone que está vinculado con lo que se trata en
términos de variables independientes y dependientes.
Para hacer esto, deberá emprenderse
un difícil trabajo de definiciones, para que los fenómenos exactos a que se
refieren los conceptos y teorías puedan ser identificados.
Las relaciones entre conceptos
dentro de proposiciones dadas tendrán que ser identificadas por medio de
ciertos cálculos lógicos, series de reglas de razonamiento reconocidas, para
que puedan ser establecidos los órdenes de dependencia entra las proposiciones.
Si se hace esto, tales teorías
proporcionarán proposiciones derivadas que podrán ser probadas empíricamente.
Sólo entonces, será dable aquilatar
adecuadamente su valides.
(…) En otras palabras, existe una
necesidad de establecer una confianza mayor en la verdad de estas teorías
básicas, o reemplazarlas, y por lo tanto aumentar el grado en que podemos
discutir las secuencias de causa-efecto en las comunicaciones masivas con
términos precisos.
Hasta que las formulaciones
identificadas hayan sido estudiadas, vueltas a estudiar, formuladas nuevamente
y estudiadas muchas veces más, continuarán siendo “pre-teorías”, interesantes y
aparentemente aceptables especulaciones que parecen ser más o menos coherentes
con nuestro limitado caudas de investigaciones sobre los efectos de las
comunicaciones masivas, pero de las cuales no podemos estas realmente seguros.
De Fleur, Melvin L., Teorías de la
Comunicación Masiva, Editorial Paidós SAICF., Buenos Aires, 1980, Pág. 225,226
y 227.
MISIÓN
Un proceso realista para la
formulación de metas y objetivos debe empezar identificando la misión de la
empresa: la lista de aspiraciones de los grupos influyentes (denominados
comúnmente grupos de influencia en Estados
Unidos) que la empresa satisface.
De manera predecible, aunque las
metas y objetivos específicos difieren entre empresas, proceden de una lista
común principal; sin embargo, en general, los objetivos empresariales se
dividen en cuatro categorías distintas:
.1. Objetivos de rendimiento:
logrados por medio de actividades que aseguran las tendencias deseadas de
crecimiento y rendimiento.
.2. Objetivos de riesgo: alcanzados
a través de actividades que garantizan la invulnerabilidad estratégica del
crecimiento y rendimiento de la empresa, por un lado, y su participación en
áreas de oportunidades importantes, por el otro.
.3. Objetivos de sinergia: logrados
por medio de actividades que confirman la división de capacidades entre las
unidades estrategias de la empresa.
.4. Objetivos sociales: que incluyen
actividades filantrópicas que se encuentran fuera del comportamiento lucrativo
y que absorben una parte de los beneficios obtenidos por la empresa.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 161.
MODA CULTURAL
Ya que la consignación y trasvase de
saber no se produce según modalidades de pureza absoluta, quien aprende o
traduce en términos propios los conocimientos ajenos pasa con frecuencia en
primer lugar a través del territorio de la moda cultural, olisqueando un
problema de modo aberrante antes de aprehenderlo con exactitud; la moda
cultural es tan esencial al proceso de la cultura que, a menudo sólo a través
del reclamo de la moda recluta aquella sus líderes futuros.
Eco, Umberto, La Estrategia de la
Ilusión, Editorial Lumen, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1987, Pág. 230.
MODA y LIDERAZGO
Fui esa tarde a Nueva York y llamé a McGeorge
Bundy, quien después de dejar la Casa
Blanca habíase convertido en jefe de la Fundación
Ford.
Bundy y yo habíamos tenido a lo largo de
los años una relación ambivalente.
Yo admiraba su brillantez aun cuando
él la ponía con demasiada frecuencia, al servicio de ideas que, más que ser
sustanciales, estaban de moda.
Él tenía tendencia a tratarme con la
mezcla de cortesía y condescendencia subconsciente que los bostonianos de clase
alta reservan para la gente que, según los cánones de Nueva Inglaterra tiene antecedentes exóticos y un estilo personal
excesivamente intensos.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 24.
MODELOS
El principal objetivo de un intento
para comprender una parte de la realidad no explorada previamente es reducir la
complejidad del mundo real a un modelo que el hombre pueda comprender y
manejar.
Sin embargo, la experiencia muestra
que la complejidad, como los siete velos de Salomé,
debe reducirse gradualmente.
En primer lugar, se percibe una
realidad subyacente flexible e integrada, y posteriormente modelos de
complejidad creciente que aumentan la comprensión del observador.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA,
México, 1998, Pág. 495.
MOTIVACIÓN
Es sobre todo esta manera de
escribir la historia (despreciar las acciones loables ajenas, acusando de
falsedad e hipocresía, ya que el hombre no es sino la serie de sus actos) que
se ha llamado pragmática, lo que en los tiempos modernos se ha aplicado a las
grandes figuras históricas, esta distinción de lo interior y lo exterior,
alternando así la inteligencia de sus hechos.
En vez de limitarse a referir
sencillamente las grandes cosas por estos héroes realizadas, en vez de
reconocer que su interior está en armonía con sus acciones, se ha creído
autorizada y obligada a buscar detrás de lo que está en la superficie y a la
luz del sol, motivos ocultos y se ha pensado que el historiador es tanto más
profundo cuanto mejor sabe despojar de su aureola al héroe cuyas acciones se
habían celebrado y, mostrando el móvil y la verdadera significación de estas
acciones, hacerle descender al nivel de la medianía.
Se ha recomendado como auxiliar de
esta manera de escribir la historia (y sobre otras disciplinas incluyendo la Administración, sobre todo en asuntos
poco comprendidos o respecto de los cuales existe controversia) el estudio de
la psicología, porque por ella (dicen) se puede conocer los móviles (la
motivación) que determinan al hombre a obrar.
La psicología a que aludo no es sino
ese microscópico conocimiento del hombre, que en vez de atenerse a lo que hay
de universal y esencial en la naturaleza humana no se ocupa sino en lo que hay
de particular y contingente en los motivos., las pasiones, etc.
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich,
Lógica (1817), Segunda Parte, Colección Historia del Pensamiento, Volumen 53,
Hyspamérica Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1985, Pág. 53.
MOTIVACIÓN
Una vez que se ha aceptado (el
ofrecimiento de un cargo de presentador de arte) deberá encontrar su
motivación:
.a. Soborno (rarísimo, pues, como se
verá, existen motivaciones menos dispendiosas).
.b. Contrapartida sexual.
.c. Amistad en las dos versiones de
“simpatía real” o “imposibilidad de rehusar” (el cargo ofrecido).
.d. Regalo de una obra del artista
(esta motivación no coincide con la siguiente, o sea admiración por el artista;
en efecto, se pueden desear cuadros de regalo para formar un fondo
comerciable).
.e. Admiración real por la obra del
artista.
.f. Deseo de asociar el propio
nombre del artista.
.g. Deseo de asociar el propio
nombre al del artista: inversión fabulosa para intelectuales jóvenes, puesto
que el artista se afanará para divulgar su nombre en innumerable bibliografías
en las sucesivas (presentaciones) tanto en su patria como en el exterior.
.h. Interés ideológico, estético o
comercial compartido en el desarrollo de una corriente o de una galería de
arte.
CLICK PARA VER |
Eco, Umberto; La Estrategia de la
Ilusión, Editorial Lumen, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1987, Pág. 300.
MOTIVACIÓN
La glacial disciplina de Haldeman (Director del Personal de la Casa Blanca, del gobierno de los Estados Unidos, durante la presidencia 37
de Richard M. Nixon) en esto era
funcional; buscaba la incuestionable obediencia de su personal en parte para
obstaculizar aparentemente órdenes presidenciales caprichosas.
Pero hay dos maneras de lograr
disciplina: motivando a los subordinados, de manera tal que ellos quieran
concordar con los objetivos del jefe, o estableciendo una rígida jerarquía, en
la que resulte inconcebible pensar que una orden sea discutida, porque ningún
subordinado ostenta el privilegio de juzgar por su cuenta.
Haldeman
eligió esta
última
Seleccionó a ediciones de sí mismo
en miniatura, hombres y mujeres (en su mayoría hombres) sin pasado político,
cuya lealtad se determinaba mediante una sucesión de órdenes y cuya devoción
estaba garantizada por la oportunidad que se les daba de participar en grandes
acontecimientos.
Pero los hombres que carecen de
pasado no son guías confiables para el futuro.
Se euforizan con la autoridad y se
aterran ante la idea de perderla.
Durante el dominio de Nixon, muchos integrantes del staff se
mostraron arrogantes; intentaban poner fin a la forma que Haldeman constreñía a sus propios subordinados, incluyendo a
departamentos del Gabinete que, técnicamente, no eran en absoluto subordinados.
Así es que la carencia de
orientación de Haldeman se vio
agravada por la posición de un grupo de colaboradores privada aún más de ella.
El resultado fue que la actitud del
personal de la Casa Blanca hacia el
presidente recordaba la de una agencia publicitaria, de donde ciertamente
provenía la mayoría, respecto a un cliente exclusivo y temperamental.
Podían disentir con algunas
directivas, intentar moderar algunas órdenes excesivas, ya que contaban con reglas fijas para evaluarlas,
pero al terminar el día, se los juzgaría por su eficacia para cumplir con
tareas complejas.
Eran coordinadores, no mecanismos de
equilibrio.
Y una vez que la máquina comenzaba a
resbalar, aceleraban la caída al precipicio antes que frenar a tiempo.
Kissinger, Henry; Mis Memorias
(Years of Upheaval), Tomo II, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1982, Pág. 88.
MOTIVACIÓN
(…) Cuando armado de este bagaje
psicológico-pragmático, el historiador (y los estudiosos de otras disciplinas
incluyendo la Administración) se halla en presencia de grandes acciones y de
los motivos que las han producido, y tiene que escoger entre los intereses
sustanciales de la patria, de la justicia, etc., de una parte, y los intereses
subjetivos de la vanidad, de la ambición, de la concupiscencia, etc., de la
otra, se decidirá por éstas últimas, porque de otro modo esta oposición que ha
admitido de antemano entro lo interior (la intención del agente) y lo exterior
(la realidad, el contenido de la acción), no podría sostenerse.
Pero, como en realidad lo interior y
lo exterior tienen el mismo contenido, hay que admitir, en presencia de esta
penetración de pasante de escuela que, si los héroes que nos presenta la
historia no hubieran sido movidos sino por el interés subjetivo y formal, no
hubieran podido realizar lo que realizaron y, por consiguiente, hay que
reconocer aquí también esa unidad de lo interior y lo exterior, y decir que los
grandes hombres han querido lo que han hecho y que han hecho lo que han
querido.
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich,
Lógica (1817), Segunda Parte, Colección Historia del Pensamiento, Volumen 53,
Hyspamérica Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1985, Pág. 54.
¡¡MOVIÉNDOSE!!
Cualquier penetración de un
competidor cono la RCA era peligrosa
para nosotros.
En una industria que crecía como la
nuestra, yo tenía la firme convicción de que era absolutamente indispensable
ganar y conservar una participación en el mercado.
Cualquier desviación de esta meta por
tratar de maximizar las utilidades a corto plazo, reduciría a la larga el monto
total de nuestras ganancias.
Al mismo tiempo, tratar de escoger
un número limitado de áreas para ser fuertes en ellas, era una política tonta y
peligrosa, y si la seguíamos, limitaríamos la escala de nuestro negocio,
facilitando así el avance de la competencia.
A mi modo de ver, la única forma en
que la IBM podía ganar era moviéndose,
moviéndose, moviéndose continuamente.
A medida que crecía la industria de
los computadores teníamos que crecer con ella, por rápido que fuera ese
crecimiento.
Nunca me separé del precepto
administrativo de que lo pero que podíamos hacer era quedarnos quietos frente a
cualquier problema.
Resolverlo, resolverlo
rápidamente, resolverlo bien o mal.
Si se resuelve mal, vuelve parecer y entonces uno lo puede resolver
bien.
Quedarse quieto y no hacer nada es
una alternativa cómoda porque no presenta riesgo inmediato, pero es una manera
absolutamente fatal de manejar un negocio.
Por eso yo nunca vacilé en
intervenir si veía que la compañía se estaba estancando.
Watson, Thomas J., Padre, Hijo &
Cía., Grupo Editorial Norma SA, Bogotá, Colombia, 1991, Pág. 319.
MUNDO SINDICAL
¿Qué papel puede esperarse que
desempeñe en el futuro el movimiento sindical, de acuerdo con la nueva
situación en el mundo del trabajo?
Para reflexionar en torno a esta
cuestión, es importante hacer una diferenciación entre el sindicalismo
corporativo y un sindicalismo de base social.
En el primer saso, ante los
múltiples ataques que el contexto económico social externo e interno implica,
los sindicalistas parecen tender a buscar el mantenimiento de su poder por vías
que no necesariamente implican sumir la defensa
de los intereses de sus representados.
Entonces, los dirigentes, aun cuando
logren mantener su poder, parecen alejarse cada vez más de sus bases y de su
función original.
En cambio, otro tipo de sindicalismo
está buscando, ante este mismo contexto, lograr una ampliación de sus bases
para no resultar debilitado.
Por ello, procuran, por un lado,
reunir (en lugar de excluir) a aquellos a quienes el sistema excluye
(desocupados y grupos marginados social o políticamente) y, por otro, ser
capaces de expresar aunadamente los intereses de un conjunto cada vez más
heterogéneo de trabajadores y ciudadanos, extendiendo su campo de acción más
allá del ámbito exclusivamente laboral.
Tomada, Carlos (luego Ministro de
Trabajo de la Nación 2003-2015); Revista Enoikos FCE UBA, N° 18, Año 9, Pág.
18.
NEGOCIACIÓN
Casi invariablemente paso la primera
reunión de una nueva negociación educándome a mí mismo. Casi nunca presento una propuesta.
Busco, en cambio, comprender los
intangibles en la posición de mi interlocutor y medir el alcance así como los
límites de las probables concesiones.
Y efectúo un considerable esfuerzo
para no dejar duda alguna acerca de nuestro enfoque fundamental.
Sólo los románticos piensan que
pueden prevalecer en las negociaciones mediante
artimañas; sólo los pedantes creen en la ventaja de la ofuscación.
En una sociedad de estados
soberanos, un acuerdo será mantenido sólo si todos los involucrados lo
consideran de su interés.
Tienen que tener un sentimiento de
participación en el resultado.
El arte de la diplomacia no es ser
más listo que el otro bando sino convencerlo ya sea de la comunidad de
intereses o de las penalidades que sobrevendrán si un impasse continúa.
(…) Carece de sentido hacer algo a
menos que sepamos exactamente qué queremos lograr, o que tengamos alguna idea
de lo que puede hacerse.
De otro modo, sólo lograremos darnos
(un tiempo) de buena voluntad, y una gran desconfianza más tarde.
Usted tiene que tener la convicción,
cuando trata con la Casa Blanca, de
que nuestra palabra vale.
Prefiero confesarle honestamente que
no podemos hacer algo, que decirle algo que podemos hacer y que más tarde no
habremos de cumplir…
Kissinger, Henry; Mis Memorias
(Years of Upheaval), Tomo II, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1982, Pág.
182.
NEGOCIACIÓN
Si el gobierno caía nuevamente en
manos de los partidos, sin duda sus líderes, sus delegados y sus miembros
militantes, se transformarían en profesionales que harían de la política una
carrera.
La conquista de las funciones
públicas, de las posiciones influyentes, de prebendas administrativas
absorberían de ahí en adelante a los partidos y limitaría sus actividades a lo
que ellos llamaban tácticas, que no era más que la práctica de la negociación y
la negativa.
De Gaulle, Charles; citado en Morris
Dick, Los Juegos del Poder, Editorial El Ateneo SA, 2003, Pág. 74.
NIVEL BAJO
Hay un gigantesco malentendido que
actualmente surge muy a menudo; las personas piensan: “Aquello que yo no
comprendo no debería existir”.
Es una concepción general que viene
de la uniformidad.
Se multiplica en las capas
inconscientes de la sociedad.
Y estas capas inconscientes tienen
en este momento un miedo atroz.
El miedo es lo más extendido en la
humanidad; es el miedo de no tener la fuerza nece3saria para subir más arriba,
hacia la toma de conciencia, para liberarse.
El miedo de que exista (la disciplina)
a la que admiran algunas personas, respetan, aman, mientras que los demás se
sienten excluidos y dicen: “No comprendo (esto), no debe existir, no hay que
gastar dinero en esto”.
Es una tendencia horrible la que
existe en nuestros días y que pretende que todo esté al nivel más bajo.
Por “bajo” entiendo lo más simple¸
lo más inconsciente, lo más primitivo, que sólo excita lo corporal: tiene que
divertir a la gente cuando son perezosos o están fatigados y nada más.
Esta tendencia tiende a ampliarse
actualmente.
Albert Monserrat, La Música
Contemporánea, Biblioteca Salvat de Grandes Temas, Volumen 22, Editorial Salvat
SA, Barcelona, 1974, Pág. 34.
OBJETIVIDAD
(…) La objetividad se entiende de
tres maneras:
.1. Expresa el ser que existe
exteriormente, a diferencia del ser subjetivo, producto de la opinión, de la
imaginación, etc.
.2. Expresa lo universal y lo
necesario, según la significación que ha recibido de Kant¸ a diferencia de los
elementos contingentes particulares y subjetivos que pertenecen a la sensibilidad
(de cada uno).
.3. Tiene la significación que
acabamos de recordar del en si pensado, de lo que está ante nosotros, a
diferencia de lo que no es sino pensado por nosotros, y que, por tanto, se
distingue aún de la cosa misma o de la cosa en sí.
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich,
Lógica (1817), Primera Parte, Colección Historia del Pensamiento, Volumen 52,
Hyspamérica Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, 1985, Pág. 75.
OBJETIVOS
La recomendación inicial para la
planificación estratégica afirma que el análisis estratégico no se puede
iniciar hasta que la dirección establezca claramente sus objetivos y metas.
La experiencia en el uso de la
planificación estratégica muestra que los directores pragmáticos no están
preparados para seleccionar objetivos y establecer metas hasta que tienen una
idea del potencial futuro disponible para le empresa.
Si cuentan con un cálculo potencial,
los directores audaces pueden identificar los objetivos de prioridad y
establecer de manera realista metas superiores al rendimiento actual, pero
requieren que la empresa funcione a su máxima capacidad; los directores menos
ambiciosos establecerán objetivos más modestos.
Ansoff, Harry Igor; La Dirección
Estratégica en la Práctica Empresarial, Addison Wesley Iberoamericana SA, México,
1998, Pág. 166.
OBJETIVOS e IMPLEMENTACIÓN
En lo que se refiera a la misma
república, tendremos ahora que tratar de qué cosas ha de constar la ciudad que
ha de ser bien afortunada y bien gobernada.
Dos, pues, son las cosas, en las que
consiste el hacerse bien cualquier cosa, la una es poner bien el blanco y poner
bien el fin de las cosas que se hacen, la otra el hallar las acciones medias
que llevan a alcanzar tal fin.
Porque, puede acontecer que ambas
dos cosas discrepen entre sí, y también que concuerden.
En efecto, unas veces está bien
puesto el blanco y en el obrar para alcanzarlo está el engaño, otras veces
alcanzan los hombres todas las cosas que importan para el fin, y sin embargo se
propusieron mal fin a los principios.
Otras veces yerran en ambas cosas,
pues unas veces los (especialistas) no juzgan bien, otras ni alcanzan las
medicinas que han de causar lo que ellos pretenden alcanzar.
Conviene, pues, que en las artes y
las ciencias se alcance lo uno y lo otro, el fin y los medios justos para alcanzar
lo que se requiere.
Aristóteles, Política, Tomo I,
volumen N° 99, Colección Historia del Pensamiento, Hyspamérica, 1985, Pág. 111.
OPA - OFERTA PÚBLICA DE ADQUISICIÓN
Efectos desmoralizadores: para ser
fieles al maniqueísmo americano los “malvados” de las finanzas han proliferado
y pervertido un poco más las “leyes” de la nueva jungla.
Se trata principalmente de los
raiders (¡asaltantes!), grandes especialistas de las ofertas públicas de compra
(OPA) hostiles y del desmembramiento
–despedazamiento- de las empresas, revendidas “por departamentos” con
prodigiosos beneficios.
“Malvados” de toda calaña.
Algunos siguieron los pasos del Carl Icahn; después de haber
aterrorizado a la opinión, compró la compañía aérea TWA y, comprándose simultáneamente una virtud, se transformó en un
director de una empresa ejemplar., cuidadosa de los intereses de su sociedad.
Otros, como Irwin Jacobs, no obedecen más que a la lógica financiera más
exclusiva, la de la máxima rentabilidad y de la ganancia rápida.
Otros, por último, como Jimmy Goldsmith, se comportan como
cruzados del liberalismo económico y atacan incansablemente el estatalismo
rampante.
Es para defender esta idea que Goldmisth intentó comprar el gigante de
los neumáticos, Goodyear, y que
adquirió, tras una OPA hostil, el
conglomerado Crown Zelleback.
“Jimmy”
asegura querer eliminar la burocracia que invade a las empresas como una mala
hierba, y expulsar a los dirigentes perezosos que viven “a sus anchas” sin
preocuparse por los intereses de los accionistas.
Pero que se preocupan sobre todo por
realizar fabulosas plusvalías.
Albert, Michel; Capitalismo contra
capitalismo, Editorial Paidós SAICF, Buenos Aires, 1992, Pág. 70.
OPINIÓN
La palabra “doxa” no se usa aquí en
el sentido epistemológico de opinión como polo opuesto al conocimiento
científico, sino que es empleada en su acepción vulgar de “modo de pensar”.
Platón, El Banquete, Fedón y Fedro,
con traducción de Luis Gil, Colección Historia del Pensamiento, Volumen N° 3,
Hyspamérica Ediciones Argentina SA., Buenos Aires, Pág. 297.
OPORTUNIDADES y AMENAZAS
Los análisis de la Agencia Central de Inteligencia (CIA),
sin embargo, no eran infalibles.
Lejos de ser la banda agresiva de
aventureros internacionales tan fácilmente pintada por sus críticos, la Agencia erraba por el lado de la
interpretación de moda en el «establishment» de Washington.
En mi experiencia, la CIA desarrollaba motivos para la
inacción con mayor frecuencia que para arremetidas audaces.
Sus analistas sabían demasiado bien
que nadie fue castigado jamás por haber previsto una oportunidad, pero que
muchas carreras han sido truncadas por no haber previsto un riesgo.
Por lo tanto, la comunidad de
inteligencia siempre se ha sentido tentada a predecir sombrías consecuencias
para cualquier posible curso de acción, actitud que alienta más la parálisis
que la aventura.
Después de cada crisis,
sale a la superficie,
en la prensa, algún obscuro informe o análisis de
inteligencia que pretende haberla predicho, pero que fue tontamente ignorado por los hacedores de la política.
Lo que esas afirmaciones omiten
mencionar es que, cuando el escepticismo se vuelve demasiado rutinario, pierde
todo significado.
Cuando los informes no son llevados
específicamente a la atención de los más altos niveles, se pierden en el ruido
de fondo burocrático, especialmente porque por cada informe admonitorio, uno
puede, probablemente, encontrar en los archivos un informe que se le opone.
Kissinger; Henry, Mis Memorias
(White House Sears), Tomo I, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1979, Pág. 39.
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